UN ARTE AL ENVEJECER:
Me llegó a mis manos, un hermoso libro del monje Anselm Grüm, nacido en 1945, es Administrador del Monasterio Benedictino de Münsterschwarzach, y en otros de sus escritos reconocí su sabiduría, y la permanente búsqueda en los monjes ermitaños, padres antiguos de la Iglesia, los padres del desierto, y fue muy hermoso avanzar en dichas lecturas.
Él refiere que la persona envejece por sí sola, pero de ella depende que su envejecimiento sea una experiencia placentera…
En el idioma alemán la palabra arte: “kunst”, deriva de un verbo, “können”, que significa “poder”, y se asociaba con “kenne”, que es: “conocer”, “saber”, y “entender”.
El arte de envejecer, continúa Grün, requiere un conocimiento acerca del misterio de la vejez, y también necesita, que se lo ejercite.
Se tratar de ejercitar el arte de envejecer, que no siempre, tiene que ser perfecto, aunque: “la práctica hace al maestro”.
El que aprende a envejecer, se puede permitir cometer errores, no es tan grave.
“De los errados, nacen los avisados”…
Para Platón, el arte nace de la imitación, donde el hombre coloca su potencia creadora, para dar forma a algo artístico, y así es que el proceso de envejecer, merece ser creado, configurado.
Comenta que un Historiador de la Medicina, Heinrich Schipperges, explica:
“En último término, cada uno debe hallar por sí mismo el camino que lo conduzca a envejecer bien, y a la obra de arte que es el haber envejecido. NADIE PUEDE HACERLO POR UNO.”
También cita a Guardini: “Reconoce cómo se enlazan entre sí las predisposiciones, realizaciones, ganancias y renuncias, alegrías y desdichas, dando como resultado el maravilloso entramado que denominamos vida humana.”
Vuelve su mirada a San Pablo, quien expresó: “Por eso, no nos desanimamos: aunque nuestro hombre exterior se vaya destruyendo, nuestro hombre interior se va renovando, día a día.” (2 Cor 4.16)
Y Füglister, remata, “Es joven quien tiene futuro, y el que tiene ante sí toda la eternidad es joven aunque tenga 70, 80 o 90 años.”
También cita a Riemann: “La vida y el mundo son tan ricos y llenos de maravilla que no hacen más que esperar que se los descubra: y el ser humano es tan rico y sus posibilidades tan variadas, que todos pueden encontrar a alguien o algo que despierte su corazón y su interés, sea en forma de amor activo o profundizando en uno mismo, para expresarse creativamente o cumplir alguna tarea. Pues lo que, en definitiva nos mantiene vivos es la capacidad de disfrutar de algo, hacer algo con placer, amar algo.”
Cita Schipperges: “Te diré al oído que hago la experiencia feliz de percibir que en la vejez me surgen pensamientos tales, que para perseguirlos y realizarlos, bien valdría la pena repetir mi vida.”
Un libro bíblico Jesús Ben Sirá, recopilación de sabiduría judía y griega dice:
“¡Qué bello adorno para las canas es saber juzgar, y para los ancianos, ser hombre de consejo!¡Qué hermosa es la sabiduría de los ancianos, la reflexión y el consejo en la gente respetable! Corona de los ancianos es una rica experiencia, y su orgullo, el temor del Señor.” (Eclo 25, 3-6)
Tomando otra arista, en el envejecer es óptimo realizar ejercicios físicos, y no decir que somos deportistas, al ver algún programa de televisión, que nos complace, en deportes.
Se recomienda una actividad física regular de 3 a 4 veces por semana, con duración de 20 a 30 minutos, para disminuir los riesgos del sedentarismo, enemigo número uno, de la salud del adulto-mayor.
La inactividad física, incrementa el riesgo de enfermedades del corazón, y los vasos arteriales, la hipertensión, la diabetes, osteoporosis, y la tan temida depresión, el mal de nuestro mundo actual.
Se concluye que el ejercicio contribuye a mejorar las tareas diarias del gerente, reduciendo el riesgo en enfermedades crónicas, y disminuyendo notoriamente la morbilidad.
También se incrementan las defensas del cuerpo, por mejoría del Sistema Inmunológico, mejorando, músculos huesos y articulaciones.
Es de principal importancia, que el ejercicio físico, aunque sea en una simple silla, o en una cama, mejora la auto-estima, y los hábitos de descanso y de sueño.
Se demostró tener efectos antidepresivos y ser anti-estrés.
A través del Laboratorio Medicinal IVAX, me llegó un folleto, sobre prevención del deterioro cognitivo, que quiero agregar.
La regla es: “lo que resulta bueno para el corazón, es bueno para nuestro cerebro.”
A cuidar nuestro corazón:
Controlando la presión arterial, no se confíe en que toma una, dos o hasta tres pastillas diferentes para ello, igual conviene un control semanal, no hacerlo con mucha frecuencia, pues la ansiedad perjudica. Los valores deberían estar por debajo de 140-90 mm de Hg.
Como pueda, pero DEJE DE FUMAR.
Controle su Colesterol, con análisis, y no se confíe en ningún remedio natural, sin control de laboratorio.
Por favor cuide su peso, la obesidad aumenta problemas de diabetes, ACV cerebrales e hipertensión arterial.
Mida su azúcar, pues la diabetes no es sólo si uno come algo dulce, o no, la diabetes afecta arterias, respétela.
MANTÉNGASE FÍSICAMENTE ACTIVO.
SIGA DIETA SALUDABLE:
Aumentando el consumo de frutas y verduras.
Aumentando el consumo de pescado, preferentemente de mar.
Reduzca el consumo de sal, si es exfumador piense que siente menos por destrucción del gusto, y agregue picantes suaves, pero no se sobrepase con la sal.
Es difícil, pero reduzca el consumo de alcohol, de gaseosas y bebidas azucaradas.
Moderación con el consumo de carnes rojas.
Moderación con el consumo de lácteos y huevos.
Desafíe su cerebro:
Haga cálculos sencillos, por ejemplo sume los gastos que hizo durante el día o sume, sin calculadora, los importes de las boletas de impuestos, después sí puede controlar con la calculadora, no antes.
Lea un texto corto y memorícelo con la mayor exactitud, y luego sin leer, repítalo, lo más completo posible.
Al terminar el día trate de recordar con qué personas se encontró o con quién habló por teléfono. Anótelos en papel, escriba, esto ayuda.
Realice ejercicios de ingenio, sopas de letras, sudokus, crucigramas, etc. Desafíe a su mente, no importa que los termine o no.
Escuche música, y si puede cante o tararéela.
Realice lista de palabras, escriba 20 palabras por día. Puede recurrir a una palabra, por ejemplo pelota, y tomar su terminación ta, y hacer otra, por ejemplo, talento, y con el to, tobogán, y así.
No deje de realizar y aún mantener sus actividades habituales, tales como jardinería, carpintería, pintura y escritura.
Juegue a las cartas, al ajedrez, a las damas, al dominó, o a lo que le plazca.
Y se aconseja estudiar otro idioma, no importa si logra profundizarlo o no, el estudiarlo es muy importante, para mantener habilidades cognitivas, y nunca estudiar un idioma hace olvidar otro, pues se asientan en sitios diferentes en nuestro cerebro.
También puede ser muy útil tocar algún instrumento o aún aprender el uso de las computadoras.
Y por último, y no se olvide nunca:
Disfrute de una vida social plena:
No se quede solo/a en su casa.
Disfrute de su tiempo libre.
Realice actividades que sean de su interés.
Si siente ganas de hacer algo nuevo, hágalo.
Conozca espacios nuevos en los que pueda incluirse y participar.
Participe en clubes, centros comunitarios, o aún haga trabajo voluntario.
Anímese a interactuar con personas de todas las edades.
En otras palabras, vivir con su plenitud su vida, recordar el pasado y enfocarse en el futuro. Es importante destacar que las actividades que ya son partes de nuestra rutina, NO CONSTITUYEN UN ESTÍMULO NI UN DESAFÍO PARA EL CEREBRO…
Se agradece a los Dres., Lic., y Sra:
Prof. Dr. Fernando Taragano.
Dr. Augusto Vicario.
Dr. Daniel Seinhart.
Dr. Diego M. Castro.
Dr. Patricio Pérez Leguizamón.
Dra. Verónica Guelar.
Lic. Viviana Sánchez.
Dra. Mariela Pawluk.
Lic. Noemí Medina.
Lic. Diego Borgioli.
Lic. María de Azkue.
Sra. Silvia García.
De la Sección Enfermedades Neurocognitivas del Hospital Universitario CEMIC; de la Federación Argentina de Cardiología; de la Sección Geriatría, Hospital Italiano; y de ALMA, Asociación de Lucha contra el Mal de Alzheimer.
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