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lunes, 28 de mayo de 2018

HABLEMOS SOBRE AUTISMO:

EL AUTISMO:

Quiero aclarar, que no soy un experto en el tema del autismo, que produce tanto dolor a los padres y familiares, al ser descubierto en el seno de la familia.
Yo fundamentalmente soy cirujano de emergencias, y actualmente médico de pacientes adultos-mayores, que se centralizan en Argentina, en la Obra Social, llamada Pami, extraída de un sistema similar de la Gran Bretaña, hace muchos años, y en número de afiliados, tiene más, que el número de habitantes con que cuenta la vecina república de Uruguay, para tener una idea.
Pero todos los temas que generan, estas circunstancias conflictivas, me mueven a una búsqueda, y por ello asistí a una conferencia sobre el autismo, que consistió en la presentación de un libro, “Autismo, una lectura epistemológica”, Seminario en Rosario, 2014, que dictó Marie-Claude Thomas, a quien un grupo comprometido, de investigadores rosarinos, lograron que arribe a nuestra ciudad Rosario, para brindar este Seminario.
Marie-Claude, se plantea la pregunta: ¿cómo, para la paido-psiquiatría, niño y autista tienden a designar un único y mismo objeto?
En otra ocasión aprovecharé para comentar este interesante libro, sobre el autismo, de una investigadora francesa de renombre internacional, pero hoy quiero detenerme en otro enfoque del problema.
Yo sé que no todos los casos son iguales, ni se puede generalizar, porque reconozco, que no hay enfermedades, sino enfermos, y cada uno, es un mundo diferente, pero quiero mencionar la lucha contra este problema, que encaró una familia de Luis Guillón.
Un  perro labrador, hembra, llamada Volta, le cambió la vida a este niño autista de 7 años…
El arribo de Volta a la familia, mejoró rutinas y permitió salidas, antes impensadas.
En la casa de Nico, el niño, no hay computadoras, ni televisión, ni radios, y la familia habla en voz baja.
Desde hace un año, Volta trabaja con Nico.
El niño Nicolás Meini, de unos siete años, se le diagnosticó autismo, a la edad de 2 años y diez meses.
Su mamá, explicó a Vanesa López, periodista del diario Clarín de Buenos Aires, “Nos empezó a llamar la atención que, por ejemplo, no quería pasar, por una puerta corrediza, gritaba, se tiraba al piso, y no sabíamos, por qué.”
Su madre, Elizabeth, es médica pediatra, y primero pensaban en escenas de celos, porque estaba embarazada de Sofía, que hoy cuenta con cinco añitos, pero no….
Nico repite una y otra vez, las palabras que escucha, en especial los jingles publicitarios.
Cuenta con vocabulario limitado, pero le basta para abrir la heladera, y nombrar: “manzana”.
Su padre Leandro, trabaja en un banco, pero aclaró que tener un hijo autista, es sinónimo de luchas con la obra social, los colegios, y hasta con los amigos…
Quiere se hable del tema, y no se discrimine, y por ello recibió a Vanesa López, de Clarín.
Nico va a una escuela especial, un tratamiento cognitivo-conductual, en su domicilio, una terapia ocupacional, floor-time, que da pautas a los padres, fonoaudiología, natación, y están en la búsqueda de músico-terapeuta.
Se le ha aconsejado una dieta libre de caseína, gluten y azúcar. No está medicamentado.
Un programa que sincronizaron la Fundación Bocalán Argentina, una marca de alimentos Eukanuba, y el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, le entregó a Volta, y ya han dado 14 perros de asistencia para niños con autismo o discapacidades físicas.
Este programa se hace de por vida, y si la perra muere, se le brinda un nuevo animal.
Todo es gratis.
Se calcula que el costo del animal es de unos $ 250.000, si lo hubiese.
Volta es labrador, con predisposición para traer objetos, de toda índole. Fue entrenada como Perro de Servicio para Niños con Autismo, PSNA, y donde va Nico, va Volta, nunca se cansa.
Cuando empezó su trabajo, Volta, Nico, dejó de dormir en la cama de los padres, y se logró que subiera a su habitación. También le costaba quedarse en la mesa, para comer, y ahora con Volta a su lado, lo hace, sin inconvenientes.
Pero donde se manifestó la diferencia, es en la calle, Nico, no caminaba más de una cuadra, tirándose al piso, con berrinches, o salía corriendo.
Ahora con la perra, va a todos lados, sencillamente.
Volta usa un peto, un chaleco, con tres anclajes, sujeto al cinto de Nico, con dos correas, uno para el niño, y otra para el padre, que conduce la perra.
Ahora se detienen a mirar vidrieras, y todo, y hasta pueden ir “de shopping”.
Pero hay sitios, que no dejan entrar al perro…
Cuando llegan a su cuarto, el nene se saca sus zapatillas, y acomoda sus piecitos sobre la perra, y logra relajarse. Así, besa a sus padres y saluda con su manito.
Les ha cambiado, realmente la vida.
El animal, no es como el ser humano, no se cansa, ante el niño autista, e insiste permanentemente, logrando vencer las distancias que pone el niño.
Hay que aclarar que no es un remedio universal, porque una abuela en la conferencia del autismo contó, que su nietito autista, es fóbico con los perros y no puede recibir su auxilio.
Otra cosa que vi en un video hermoso de Internet, es un gran caballo blanco, que estaba parado, en un corral, e ingresó un niño autista, lo tomó de las riendas, y lo hizo girar por todo el corral, asombrándome por demás.
El calor del caballo, es de unos 38º centígrados, y con un ejercicio, puede elevarse a unos 39º centígrados. Esto produce un efecto relajante en el que lo monta, y un caballo, puede ser un arma eficaz, en distintas entidades que padecemos los seres humanos, como depresiones, pérdida de autoestima, o limitaciones físicas. Creo que puede ser utilizado en el autismo, donde se mueven dos auxiliares, uno, experto en equinos, que cuida al animal, y otro, especialista en salud mental, que acompaña e interpreta las necesidades del niño autista.
Este proceso se denomina, psicoterapia asistida por equinos.
Toda zooterapia es muy interesante, porque restablece vínculos afectivos, mejora las adicciones, los traumas psíquicos en general.
Considero que es interesante también colocar algún pajarito, en las salas de geriátricos, que despiertan profundos sentimientos, y mejoran la convivencia general, aunque en Rosario, en muchos de los geriátricos aún no se permiten mascotas….


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