Ideas sobre Borges:
Por casualidad me llegó a mis manos un material grabado en un CD de
Lecturas, interpretado por el propio Jorge Luis Borges, denominado Borges por
él mismo, y me permitió escucharlo como hacía años que no lo hacía.
El CD tiene 26 deliciosos poemas, recitados por él en persona, todos
muy agradables, pero uno de ellos hoy me llamó la atención, el que denominó
“Poemas de los dones”, en éste Borges recuerda que el gobierno de la Revolución
Libertadora, o sea los militares que derrocaron a Perón, en 1955, lo nombraron
Director de la Biblioteca Nacional Argentina de la Capital Federal, y que por
coincidencia, su antecesor en dicho cargo, el célebre Paul Groussac, también
era ciego, y que maestría de Dios, que con fina ironía los colocó a ellos dos
en un sitio rodeado de 800.000 libros, y condenados ambos a la oscuridad.
Francois-Paul Groussac nació en Touluse, Francia, el 15 de febrero de
1848. Llegó a la Argentina en 1866, a la edad de 18 años. Fue historiador,
crítico, novelista y dramaturgo, fue quien más contribuyó a apartar del
provincianismo a las letras argentinas, y falleció siendo Director de la
Biblioteca Nacional. Aquí un recuerdo de su prosa:
“Aquí el rumor poderoso de la catarata, lejos de ensordecernos, como
suele decirse, apenas adelgaza la voz humana al modo que en una sinfonía el
bajo y nutrido acompañamiento destaca, más que apaga, el agudo canto melódico.
Y al esplendor del día primaveral, que funde en una sola y vasta
armonía el azul del cielo y la templanza del sol, los murmullos del bosque y
sus perfumes, no parece sino que el organismo humano, vuelto por unas horas a
la robusta sencillez originaria, se dilatara voluptuoso bajo esta fluida
caricia de naturaleza, cual hiciera en la onda tibia del torrente.”
O quizás este otro párrafo:
“Penetramos más adentro de la quebrada, por la angosta senda trazada en
la espesura que franjea el raudal, apartando lianas y zarzas espinosas,
atracando o saltando los arroyuelos más angostos, cruzando por otros sobre
pedriscos, deteniéndonos para saborear un rincón umbrío, una irisada cascadita
que salta del paredón, un picaflor de esmeralda y rubí que zumba alrededor de
azules campanillas- empapados, rasguñados, embebidos en el ambiente saturado de
savia y vegetales efluvios que respiramos con delicia...Pero, a medida que
declina el sol, viene bajando la temperatura, cuyo descenso se acentúa más y
más con el anticipado crepúsculo.”
Realmente Paul tenía un temperamento muy altivo, no toleraba el error,
pero a pesar de la ceguera que relataba Borges, escribió de maravillas,
superándose siempre a sí mismo.
En cuanto al propio Borges que se quejó de la ironía divina, saben cómo
imaginó él su paraíso: como una biblioteca llena de libros, para satisfacer
todas sus demandas, y dijo que un escritor no debe elevarse por sus obras
escritas, sino que él siempre estaba muy orgulloso de las obras leídas.
En una Argentina del 2012, con tantas agresiones a los docentes, y una
manifiesta pérdida del verdadero rol del maestro y-o docente en general, las
últimas palabras de Borges, resuenan con sabiduría.
Pero Jorge Luis Borges, que cerca del año en que nací, 1951, queda
ciego definitivamente, con recuerdo de los colores que nunca volvió a ver, no
se dejó abatir por el infortunio, y discapacitado visual, no se amilanó y
decidió estudiar otro idioma, no el inglés común que nos cuesta a todos, sino
el sajón antiguo. Ustedes dirán para qué estudiar un idioma que ya no se habla
actualmente.
Pues este tipo de estudio, primero lo entretuvo en forma constante y le
permitió tener acceso a materiales antiguos de la historia de la Isla de
Inglaterra, y de las luchas y sagas con los Vikingos.
Lo que pasa que Borges, quien dijo que él era un cobarde reconocido,
siempre admiró la valentía, representada por ejemplo en luchar aún con el
conocimiento que la muerte se avecina, y aún seguir luchando hasta el fin.
De esa manera interpretó la muerte del Coronel Francisco Borges,
(1835-1874) abuelo paterno del escritor fallecido en el combate de La Verde, y
se describe así: “ Los mitristas fueron vencidos; Borges, ya perdida la acción,
de poncho blanco, montó un caballo tordillo, lo siguieron doce o quince
soldados y avanzó lentamente hacia las trincheras con los brazos cruzados. Se
hizo matar...”, en otra oportunidad, el escritor agregó de su abuelo: “Las
balas lo alcanzaron, pero era lo que él buscaba”.
El interés por Inglaterra es evidente ya que su abuela paterna era
también inglesa, Frances Anne Haslam (1842-1935).
Esta admiración por la valentía ya casi suicida, lo llevó a admirar a
los guerreros nortumbrios, que según la
saga eran siete, y qué casualidad, pese a llegar al extremo en la lucha de
tener rotas todas sus espadas, siguen luchando hasta la muerte.
También le impresionó el pueblo vikingo y sus sagas guerreras, y el
amor por la navegación, lo que motivó muchos escritos.
Tanto fue así que María Kodama encargó una lápida que está erigida en
la tumba de Borges, con recuerdo a la batalla de Maldon, originada en una copia
de la “Piedra de Lindisfame”, donde se observan los siete guerreros con sus
espadas rotas.
En el reverso de la piedra está esculpida una barca vikinga, derivada
de la piedra de Läbro, de más de 1200 años de antigüedad.
También en dicha lápida aparece una cruz, con historia.
Es la basada en la denominada cruz de Gosforth, una talla en piedra de
unos 4 y medio metros de alto, anglo-escandinava.
Se trata de una fusión de simbología celta y cristiana, que fueron
usados por San Patricio para catequizar lo que posteriormente sería Irlanda.
Este santo, 389-461, romano-británico, primero fue esclavo y estudió gaélico,
con contacto con druidas, después pasó a monasterios donde profundizó sus
estudios, fue nombrado Obispo y enviado a predicar a Irlanda, que era reducto
pagano. Su festividad es el 17 de Marzo, y se dice que el uso del trébol, que
San Patricio ejemplificaba para entender la Trinidad Divina, hizo que la
posteridad incorporara el trébol en la bandera irlandesa.
No creo que haga falta incorporar escritos de Borges para mostrar su
letra, pero si podemos decir que tanto la fortaleza de Paul Groussac, como la
del propio Borges, permitió a todos nosotros contar con relatos que superan los
límites comunes de una persona común con discapacidad.
Si hablamos con propiedad podríamos decir que ambos hicieron el proceso
que se denomina sublimación, y gracias a Dios que lo hicieron y no se
deprimieron.
Para cerrar este pequeño relato podría decir que Borges eligió ese
cementerio en Suiza por herencia de sus mayores, que no era ateo, como alguna
vez se dijo, y que su conocimiento del idioma inglés antiguo, le permitió en
una capilla olvidada de Inglaterra, en la que no había ningún tipo de
ceremonias litúrgicas, se plantó en el medio de la capilla, y le recitó el
PADRENUESTRO, a Dios en sajón antiguo.
Dice que después dijo: “Esto lo hice para sorprenderlo a Dios.”.
TODO ESTO LO ESCRIBÍ PARA HOMENAJEAR AL CÉLEBRE ESCRITOR BORGES, QUIEN
PESE A HABER SIDO DISCAPACITADO VISUAL, ES CONSIDERADO UNO DE LOS MAYORES
ESCRITORES DE ARGENTINA Y AÚN DE
AMÉRICA.
MAÑANA MARTES 14/6/16, SE CUMPLEN 30 AÑOS DEL ANIVERSARIO DE SU
DESAPARICIÓN FÍSICA, PERO ES MUY CONMEMORADO EN NUESTRO PAÍS.
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