MÁS DE 5.500 DESEOS CUMPLIDOS EN ARGENTINA!!!

BANDERA AZUL EN EL OBELISCO DE BUENOS AIRES:
En la semana del 25 al 30 de Abril del 2016, una enorme bandera azul, se desplegó en el obelisco de la ciudad porteña, con el logotipo de la Fundación: Make a Wish, y fue colocada allí, pues en esos días se cumplían 36  años que Chris Greicius, de 7 años de edad, y severamente enfermo de leucemia, cumplió su deseo de convertirse en agente de policía, como en la serie de televisión que lo apasionaba: Chips.
Su madre, ayudada por la Policía de Arizona, lo hizo realidad.
Y el efecto en Chris fue tan impactante y positivo, que la gente que lo ayudó, creó una ONG, para cumplir los de otros chicos con enfermedades, con riego de vida.
Desde esa fecha esta ONG, cumplió 350.000 sueños, incluyendo, 5.588 en la Argentina, a través de 39  filiales en todo el mundo.
Tienen una página web: makeawish.org.ar
En nuestro país, Argentina, llegó hace 14 años, por iniciativa de Mónica Parisier, que dirige la filial local.
Y DICEN CUMPLIR SUEÑOS DE LOS NIÑOS DE ENTRE 3 Y HASTA 18 AÑOS, GRAVEMENTE ENFERMOS.
A veces la niñas de 4  años, piden tomar el té, con las princesas de Disney, ya de 10 para arriba, piden viajar a Disney o conocer el mar o la nieve, o más simple, tener una bicicleta.
Y más adelante sueñan con la fiesta de 15  años.
Relatan que hasta la fecha, ningún niño pidió curarse…
Otros sueños son conocer a jugadores de fútbol o artistas.
A una niña de 11  años, la llevaron a Miami para conocer a su ídolo, la cantante Beyoncé.

Y además de asistir al recital, compartió una hora y media, con la gentil y solidaria cantante.
Un niño de 8 años, Juan Martín, pidió algo insólito: Un molino de viento, para verlo desde la ventana de su cuarto, ya que había leído El Quijote de La Mancha.
Con 8 años, había leído cuatro veces El Quijote, mientras estaba enfermo de leucemia.
Y cuando le colocaron el Molino, él rompió en llanto, de emoción.
El Quijote luchaba contra los molinos de viento, y él contra su enfermedad.
Es hermoso que un gran símbolo de Buenos Aires, y Argentina toda, ostente “5.500  deseos”, y personalmente agradezco a todos los que han contribuido a hacer más felices a todos estos niños aquí y en todo el mundo y ruego a Dios, que su hermosa tarea no se agote nunca, y se mantenga…