Novedades en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer:
Aunque la mayoría de los pacientes que padecen esta enfermedad, no se debe a herencia familiar, ciertos genes actuarían elevando el riesgo de contraerla, como el alelo e4 del gen de la apolipoproteína. Fueron ya investigados, cerca de 400 genes, en relación con esta patología.
Se cree que la fórmula tradicional de la hipótesis amiloide, es la acumulación de los péptidos AB, y esto sería el evento principal, que produce la degeneración neuronal, y la catarata de síntomas, que origina la tan temida demencia.
Una acumulación desusada de las fibras amiloides, que sería la forma anómala de la proteína responsable de los cambios en la homeostasis del calcio intracelular, y todo ello llevaría a lo que se denomina apoptosis, que es la llamada muerte celular programada.
Se sabe bien que el tejido nervioso, requiere para su vitalidad, de dos elementos fundamentales para vivir: por un lado el oxígeno, y por otro, a la glucosa. Sin ellos, no puede vivir, ni funcionar.
Tal vez por esta razón, es que desde niños, nos gustan los dulces…
Bien, se conoce que el acúmulo de estos péptidos AB, va directamente a las mitocondrias de las neuronas cerebrales, y logran alterar, la utilización de glucosa, por ellas.
La enfermedad de Alzheimer, se considera una taupatía, por una agregación anormal, de una proteína cerebral, llamada precisamente proteína tau, que existe, pero no en las cantidades que se detectan en los pacientes enfermos.
Estos dos procesos, la acumulación de péptidos AB, y el de la proteína tau, perjudican profundamente, el funcionalismo de las neuronas, y alteran su trabajo y conexiones.
Hay cuadros clínicos de predemencia, demencia inicial, demencia moderada, y aún avanzada, y teniendo en cuenta que la demencia se caracteriza por la pérdida total e irreversible de las funciones nerviosas superiores, sin conciencia de enfermedad, el Alzheimer iba en este grupo de enfermedades, pero quiera Dios que se lo pueda algún día, sacar de esta definición, de irreversible y definitiva.
Este año, en el 2015, hubo una luz de esperanza para ello, que relataré, un poco más adelante.
Antes describiré el tratamiento convencional, conocido, hasta ahora.
Entre los factores que favorecen la enfermedad, están, el estrés en torno a la familia, los cambios bruscos y desacostumbrados en las rutinas de todos los días, y el ingreso a los geriátricos, o un cambio domiciliario, no deseado.
Que puede retrasar la enfermedad: lógicamente, un ambiente familiar más cálido, más feliz, el hacer ejercicios, de todo tipo y forma, y mejorar la sociabilización con otras personas.
En cuanto a los medicamentos actuales: se probó que los anticolinesterásicos, que como su nombre lo indica frenan la acción de la colinesterasa, enzima que descompone la acetilcolina, el neurotransmisor, que falta en el Alzheimer, y todo ello, cuando se intenta revertir, es útil.
También hay fármacos hovedosos, que intervienen en la regulación glutaminérgica, y esto mostro ser útil, frente a la apatía, el desinterés, y las alucinaciones, mejorando calidad de vida.
Sin embargo, con todo ello, no se logra alterar el curso de la demencia.
También se usan drogas antipsicóticas, para disminuir la agresión, y mejorar la conducta de los pacientes afectados.
Hay otros fármacos, como la memantina, que es usada para mejorar la memoria, pero todo el arsenal terapéutico actual, como he expresado, no revierte la demencia ya instalada.
Entonces se comenzó a buscar por el lado inmunológico y de vacunas, y otros campos.
Como la terapia de estimulación cerebral, se utilizó con éxito en pacientes de todo el mundo, para tratar enfermos de Parkinson, que no respondían a los fármacos, y esto se logra con una minuciosa operación en cada hemisferio cerebral, colocando electrodos en el cerebro, con una batería que se coloca en el tórax, debajo de la clavícula, se intentó usar esta técnica a pacientes con Alzheimer moderado, y se demostró un incremento de la actividad de las neuronas en 13 meses.
La aplicación de vacunas, para que nuestro sistema inmunitario, reconozca y ataque la placa beta-amiloide, en animales, fue prometedora.
Pero su uso en el hombre, produjo en el año 2002, meningo-encefalitis, y por ello se detuvieron los trabajos.
Otra área de investigación, es la medicina regenerativa, y se trata de inyecciones en el cerebro, con células madre, embrionarias o adultas, para intentar revertir deterioros cognitivos. Se ha experimentado con humanos, con algunos éxitos.
En el año 2014, en ratones, el uso de un antidepresivo, el citalopram, detuvo el crecimiento de las placas de depósito de beta-amiloides, y redujo la formación de nuevas placas.
Pero lo que más se espera, y personalmente rezo, por ello, es que el 11 de marzo del año 2015, se publicó en la revista Science- Translational Medicine, algo realmente novedoso.
Se basa en la utilización del ultrasonido, en el cerebro, de los pacientes afectados con Alzheimer, hacia la substancia gris, donde están los millones de cuerpos de las neuronas.
Oscilando con frecuencia muy alta, este ultrasonido, logró abrir la barrera hemato-encefálica, una barrera de protección del sistema nervioso, que impide el paso a muchas substancias, y el ultrasonido, también estimuló a la microglia, tejido de sostén, protección y nutrición neuronal, encargadas de remover desechos, y éstas células activadas por el ultrasonido, comenzaron a atacar y eliminar los depósitos invasores de proteínas beta-amiloideas, responsables de la demencia.
Relataron los autores, nada menos que una restauración completa de la memoria en ratones, en un 75 % del total de animales, y que no evidenció, dicho tratamiento, ningún tipo de daño neuronal.
Los ratones mejoraron en tres pruebas: en un laberinto, en el reconocimiento de nuevos objetos, y y en recordar lugares a evitar.
Se planea investigar en ovejas, simios.
Y de ser positivas, iniciar la fase humana en el año 2017.
(Götz, Jürgen, 16 de marzo de 2015, Entrevista Radial, Health Report, ABC Radio, Australia, en inglés)
Pensar que el ultrasonido, que me enseñaron que fue descubierto por primera vez, basándose en el uso del sonar para detección submarina, se aplicó después, al vientre de la mujer embarazada, y ayudó tanto a la medicina, sea la puerta que permita en el futuro vencer a esta enfermedad, sería, realmente milagroso…
Ojalá que estos investigadores suecos, logren los éxitos buscados y tan deseados por la humanidad toda, y que se deje de hablar de irreversible y definitiva, y se diga, el Alzheimer, así, hay que tratarlo de esta manera. Ojalá Dios permita.
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