NOVEDADES EN UNA TEMIDA ENFERMEDAD: LA FILARIASIS.
Cuando era estudiante de Medicina, hace, ya bastante tiempo, al ver tantas enfermedades y estudiarlas en profundidad, una de ellas me angustió, más de la cuenta, al ver fotografías de los pacientes afectados en África, con unos miembros inferiores afectados, de tamaño gigante, y aún regiones genitales con tamaños increíbles.
Se trataba de la filariasis, y aunque en todos los años de mi carrera jamás vi un paciente así, esas imágenes me resultaron muy inquietantes.
Fueron pasando los años, y hoy me entero que existe la posibilidad de un estudio preliminar, con un antibiótico.
Cuando vi esta noticia no la creí, o pensé que era algún error de la información, pues los antibióticos se utilizan para las bacterias, y nunca para los parásitos, como el tipo de la filaria, pero cuando leí más sobre el tema mi sorpresa fue mayúscula.
Primero intentaré explicar cómo es la enfermedad que produce la filaria, y posteriormente el remedio que recientemente se ha descubierto para erradicarla del mundo, sí, leyeron bien, lograr su erradicación definitiva…
La filariasis es una enfermedad parasitaria, del hombre y de algunos animales, en general en ambientes tropicales, causadas por la acción de filarias, que son nematodos de la familia Filaroidea, que son transmitidos en forma larvaria o llamada microfilaria, por un mosquito, de los Culicidae o Phlebotomidae.
Hay referencias de la literatura griega antigua, de esta enfermedad.
Fue descripta en el siglo XVI, cuando Jan Huygen Linschoten, exploró Goa.
En 1866, Lewis trabajando sobre estudios de Demarquay y Otto Wucherer, hizo la primera conexión entre microfilaria y elefantiasis.
En 1876, Bancroft, descubrió, la forma adulta de este gusano.
Y al año siguiente se demostró, la presencia del gusano en los mosquitos.
La filariasis azota las regiones tropicales del mundo, en Asia, África, América Central, y del Sur.
Se estima en 120 millones de afectados en el mundo, con amplio porcentaje en el sureste de Asia.
El gusano tiene moléculas muy alergizantes, que originan la característica inflamación, y como las micro-filarias migran, es decir que recorren diversos lugares, en el cuerpo del huésped, afectado, se generan hasta fibrosis y cicatrices intensas donde están los parásitos.
Y este proceso cicatricial, causa obstrucción y enfermedad.
El gusano causa la elefantiasis, pues estas fibrosis inflamatorias, obstruyen el paso de los linfáticos.
Aclaro que los linfáticos nacen en el interior de los tejidos, como una ramificada circulación de retorno de la linfa, que se saca precisamente en esos tejidos del cuerpo, y cada tanto sus pequeños conductos, son filtrados por los ganglios linfáticos. Posteriormente toda la linfa se regresa a la sangre en los confluentes yúgulo-subclavios del organismo, en dos gruesos troncos, llamados conducto torácico o gran vena linfática.
No se ven a simple vista los linfáticos, pero como sus poros son relativamente más grandes que los capilares venosos, extraen de los tejidos las moléculas más voluminosas, y una forma de evidenciarlos es colocar alguna substancia coloreada, para ponerlos en evidencia, como por ejemplo tinta china.
Yo he sido durante muchísimos años cirujano de emergencia, y tuve la oportunidad de presenciar el espectáculo de ver los linfáticos del intestino, en el momento de la absorción de los alimentos, ya que he operado personas que se han apuñalado, ebrios, luego de comidas copiosas, y pude ver cosas que los cirujanos electivos no ven, ya que para operar a cualquier paciente se lo coloca en situación de ayuno, con los linfáticos vacíos.
Pero el hecho personal de operarlos de urgencia, me hizo ver la maravillosa trama blanco-lechosa que rodea al intestino rosado, en la fase de absorción, a través de los quilíferos. Es como una finísima ramificación blanquecina, que realmente me maravilló.
A veces se toma conciencia que los linfáticos existen cuando se opera de cáncer de mama a una mujer, y como esta enfermedad se disemina por los ganglios, en las metástasis linfáticas, se irradian en el postoperatorio, posteriormente a una linfadectomía, y esto altera tanto la circulación de linfa en el miembro superior, de ese lado, que puede producir elefantiasis, ya que extirpar los ganglios e irradiarlos después, distorsiona totalmente el sistema linfático de ese miembro superior.
La forma más común de filariasis, es la linfática, y produce la mentada elefantiasis, pues el parásito obstaculiza el flujo natural de la linfa.
Se afectan generalmente piernas, brazos, vulva y mamas, por la Wuchereria Bancrofti, pero hay otras subespecies.
La W. Bancrofti, se encuentra en África del Norte, y Central, Asia, India, y Norte de Sudamérica.
Al infectarse, las personas sufren inflamaciones y dolores en los ganglios linfáticos.
El tipo Brugia Malayi, es menos severo, y puede afectar extremidades superiores.
El tratamiento se hace con un antihelmíntico llamado Albendazol, que se suministra simultáneamente con Ivermectina o con dietilcarbamazina.
Pero a pesar de ser efectivo, nunca se logran resultados estéticos adecuados, y los pacientes afectados, se ven afectados en su calidad de vida, en sus movimientos, en sus actividades, y aun en su relación social, porque son objeto
de marginación social, a veces de tipo personal, por sentirse diferentes, y no querer, ni que los miren…
Es fundamental el control de plagas y el combate a los mosquitos, pero todo ello es muy difícil de lograr.
Y es en este momento que vuelvo a este súbito descubrimiento de la ciencia actual, la bacteria Wolbachia, una bacteria amiga o enemiga…
Esta bacteria fue descripta por primera vez por Hertig y Wolbach, en el año 1924, y la encontraron en tejido reproductivo del mosquito Culex pipiens, y por eso se bautizó a la bacteria con el nombre de Wolbachia pipientis.
Y con el advenimiento de la genética, se comenzó a cruzar mosquitos, y se veía que a veces no había descendencia, y nadie entendía el por qué…
Los investigadores Janice Yen y Ralph Barr, demostraron que la incompatibilidad era por esta bacteria Wolbachia, y si se cruzaban mosquitos machos infectados con la bacteria, con hembras también infectadas, no había ningún problema, y había descendencia, y si eran mosquitos machos no infectados, con hembras infectadas, también se lograba descendencia, y entonces, cómo era…
Pero si los mosquitos machos infectados, se cruzaban con hembra NO infectadas, no había entonces descendencia, qué tal.
Parece ser que la bacteria Wolbachia es la responsable de esta incompatibilidad en los insectos, y se descubrió que era pariente de las Rickettsias, y se relaciona con las mitocondrias presentes en las células eucariotas.
Y se constató que esta bacteria infecta artrópodos, y aún arañas, y a varias especies de nematodos, gusanos parásitos, como cuál: la FILARIA.
También se demostró que esta bacteria, contribuye a la acción inflamatoria de la filaria, con una lipoproteína.
Y entonces, habiendo por ejemplo 5000000, de personas en Tanzania, con filariasis, por qué no probar el uso de antibióticos para atacar a esta bacteria que sería esencial en la reproducción de la filariasis, y eso es lo que se está probando actualmente, con resultados esperanzadores, en el uso de antibióticos para combatir la bacteria esencial de la filaria, y así erradicar al gusano parásito.
Y bueno, si se piensa en el tratamiento de las patologías ulcerosas del gastro- duodeno, y que hoy se combate la úlcera con antibióticos, por qué no probarlo en esta pesada enfermedad.
Quiera Dios, que los resultados sigan siendo favorables, para muchos afectados con esta patología, y que no digan: “estoy acabado”, o “perdí mi empleo”, y que no sufran con los niños que miran sus miembros afectados y lloran…
1 comentario:
No interpreto el vocabulario técnico, pero me resulta muy interesante ciertos "detalles" de lo escrito, y es conocer, que Ud. ha sido cirujano de urgencias,que requiere gran dedicación profesional y que se preocupa por comunicar progresos médicos para poblaciones inmensas. Mucho gusto, en conocerlo, Dr. Abellán.
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