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viernes, 20 de marzo de 2015

ZOOTERAPIA:



EN QUÉ CONSISTE LA ZOOTERAPIA:

Si bien hay constancia de domesticación de animales desde la antigüedad, recordemos que se han descubierto muchísimos gatos embalsamados, en el Egipto antiquísimo, y otros casos similares, se cree que el uso de mascotas para terapias, se inició en 1792, en Inglaterra, para asistir a enfermos mentales.
Es de destacar que por ejemplo los perros tienen un comportamiento ejemplar, brindando contención, y no prestan atención a las señales que envían los pacientes enfermos, ganándoles por cansancio. Esto es muy interesante en los niños autistas, cuando los humanos se deprimen, se cansan, el perro no y continúa con sus atenciones, que sirven para interactuar con el niño autista, que es marginado, aún inconsciente por los adultos que lo acompañan, pero los animales no se cansan nunca, y siguen insistiendo hasta vencer.
En Alemania, se utilizó  a animales de compañía para atender a los epilépticos, y es dable señalar, que al observar tanto al dueño, los perros presienten el ataque de gran mal epiléptico, y pueden alertar en consecuencia, ya que este tipo de pacientes con diversos tipos de enfermedad, los que padecen de la convulsión, denominada gran mal, al entrar en inconciencia, son los que más graves y profundas quemaduras y-o lesiones de diferentes tipos se producen y tener un “amigo” perruno que avise antes de la convulsión no es poca cosa.
En 1944 la Cruz Roja Americana organizó el primer programa de rehabilitación de aviadores, para los convalecientes de la Fuerza Aérea, con singular éxito.
Es muy frecuente observar pacientes de diferentes edades con síndrome de Down, interactuando con delfines, en piscinas o directamente en el mar, ya que éstos son preferidos para ello.
También se han utilizado perros, gatos, caballos, diversas clases de aves, conejos, y en general cualquier ser vivo que pueda motivar actitudes y habilidades en pacientes, con diversas patologías.
Viene a relación un suceso que ocurrió por respetar órdenes burocráticas, o por ignorancia, que aquí, en mi ciudad, en Rosario, un conductor de una línea de colectivos no dejó subir al ómnibus a un discapacitado visual, que quería ingresar a la unidad con su perro guía. Este hecho motivó un importante debate, que posteriormente hizo revertir dicha posición.
El contacto entre un animal y un ser humano, enfermo o no, siempre es positivo, y el fundamento de la zooterapia, es el de mejorar la calidad afectiva y su seguridad, en seres que ante la falta de deseos, han entrado en depresión, por ejemplo, y no pueden convivir. También es importante dicha seguridad, en pacientes que la han perdido, ya sea por enfermedades psíquicas, físicas, emocionales, o aún sociales.
Es de primordial importancia la actividad con los animales, en niños con alteraciones de conducta, trastornos en el aprendizaje, y problemas de dispersión en cuanto al grado de atención del niño.
Los animales por su presencia, y constancia, y su actuar permanente, logran resultados altamente positivos en dichos trastornos, en la infancia.
Los animales con su actuar, refuerzan actitudes positivas, y lo más importante, que en momentos de tristeza, de soledad, de imágenes negativas, nos aceptan tal cuál somos los seres humanos, aún con nuestros defectos, sin hacer preguntas, con un brindarse totalmente a su amo, y recambiando actitudes.
Por ello aceptan a las personas, sin otorgarles ninguna calificación, sin darles un valor mayor o, menor, solo se las aceptan.
Muchos seres humanos logran una sensación de bienestar en la interacción con el animal, sintiéndose libres de ese enemigo moderno del mundo occidental: el stress, y aún logran diferentes estados de relajación y alegría, o goce.
En un lugar donde hay pacientes deprimidos, la presencia de animales sirve de distensión, y aún de alegría, aumentando la distracción y produciendo un repentino olvido de sus padecimientos, que es notoriamente positivo para ellos.
Las personas que están institucionalizados, que contactan
con los animales, se vuelven más alegres, y aún más sociables, permitiendo una actuación entre pares, en general más sana. Si bien muchos geriátricos no permiten la presencia de animales, es ideal ese contacto en ellos.
También la presencia constante de un animal, puede llegar a producir una relación más fluida, entre el paciente y su asistente terapeuta.
Por último, pacientes en tratamiento psiquiátrico, enfrascados en su mundo interior, la presencia de animales, muchas veces logra que dichos enfermos dejen de hablar y pensar en sus enfermedades, y comiencen a relatar cosas que viven con dichos animales, cosa que es altamente beneficiosa en su largo tratamiento.
Si bien muchos animales sirven para este proceso, se ha intentado estandarizar una serie de necesidades y requerimientos en el animal para que sirve como acompañante terapéutico.
Lo fundamental es la obediencia del mismo, que debe responder a órdenes simples de su amo, siempre, y debe ser entrenado para ello.
Otra cosa muy importante es el entrenamiento en las tareas a desempeñar cuando esté en situación, y moderar su comportamiento ante la presencia de los pacientes; definir que tipo de respuesta se buscaría.
Como dato de jerarquía el animal, que va a estar en contacto íntimo con gran variedad de personas, muchas de ellas, niños, debe estar en perfecto estado sanitario, libre de enfermedades y aún de parásitos. 
Se pueden realizar actividades grupales con animales, para estimular la comunicación y la sociabilidad en discapacitados, por ejemplo la equinoterapia, que produce sensación de libertad y de movimiento que sólo se logra con el paseo con caballos, ya que muchos de estos pacientes como movilidad solo conocían la silla de ruedas.
También se puede buscar el efecto individual, con terapias personal, en cada individuo, en particular, y en el que se quiera logra diferentes objetivos, de acuerdo a las diferentes patologías involucradas.
Se dice que solo el contacto de un paciente coronario, con una pecera y sus habitantes minúsculos, mejoran la sobrevida de la enfermedad.
También se conoce que las visitas a centros mentales, y a las prisiones, de animales reducen en forma manifiesta las peleas y los intentos de suicidio.
Tener animales en Geriátricos no es una idea imposible de llevar a la práctica.
Desde hace más de 20 años, ya hay residencias de ancianos por el mundo donde cuentan con visitas o viven en forma permanente diversos animales.
Por ejemplo se cita a la residencia Robert-Chiene de Canadá, donde por cada piso del asilo de ancianos, hay una pajarera, y esto produjo una interacción tan positiva, que pacientes adultos mayores, que no hablaban, comenzaron a hacerlo con los pajarillos, y ya no se quedaban estáticos en su habitación o en su mesa de alimentación.
En un viaje al sur Argentino, cerca de la frontera con Chile en las provincias más australes, tuve hace dos años la suerte de observar actuar a un can, el golden retriver, frente a la marihuana, en gendarmería de frontera.
Dicho gendarme colocó uno de esos huesitos de cuero, a lo que acompañó con un paquete de marihuana, debajo de un recipiente muy grande de aceite, que estaba totalmente vacío, y antes había llevado al golden a doscientos metros de donde el escondió la droga. De lejos largó al perro, que en cuestión de pocos minutos, y barriendo con su husmeo, distintas zonas del terreno, se llegó a donde estaba la droga y comenzó a escarbar, logrando extraer el huesito de cuero que era una especie de juego o mascota para él, ante la alegría de todos los que estábamos presenciando dicho acto.
Todos sonreímos largamente, y realmente nos cambió nuestro estado mental y emotivo.
Si esto se produjo en varias personas, en forma tan espontánea, creo firmemente que sería deseable estimular la presencia de mascotas para los adultos mayores institucionalizados.
Por otra parte, el hombre, que ha inventado muchas cosas, en el estado actual de nuestro conocimiento, no ha inventado nada tan maravilloso como la nariz de un simple perro, para reconocer los olores de este mundo. Que cosa tan simple, pero tan maravillosa...


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