ALGO SOBRE FORMOSA- ARGENTINA:
El 14 de septiembre del año 2018, gracias a un hermoso
programa de la televisión de Argentina, “En el camino”, del laureado periodista
Mario Markic, pude disfrutar de un paseo, por un sitio, que no conocí aún, en
nuestro país: el llamado “Bañado La Estrella…”
Además se mostró, en la audición, la ciudad de San
Francisco de Laishí, y el sitio llamado Campo del Cielo, de la comunidad de un
pueblo originario: los Pilagás…
Hoy me referiré, a la ciudad de San Francisco de Laishí,
y tiene este nombre, en la provincia norteña de Formosa, en honor, primero, a
su Santo Patrono, San Francisco de Asís, puesto, que fue fundado, por los
Franciscanos, y el apelativo poco común de “Laishí”, se debe, al nombre del
cacique de los originarios, en el lugar…
La localidad, se ubica a unos 70 kilómetros de la ciudad de Formosa, sobre R.
P. 1.
Fue un Presidente de Argentino, Julio Argentino Roca,
quien autorizó a los Hermanos Franciscanos, del Colegio “San Carlos”, de San
Lorenzo, en la Provincia de Santa Fe, a fundar una colonia, o “Misión de Indios”,
en la provincia de Formosa, por 1900, en un terreno de unas 74.000 hectáreas, para civilizar a los nativos, y
enseñarles a cultivar y a crear industrias, para su desarrollo.
Laishí, está a orillas del río Salado, y fue fundada
por el sacerdote Franciscano Fray Pedro Iturralde, el 25 de marzo del año 1901,
y luego de haber realizado sus logros, la comunidad franciscana, le solicitó a
otro Presidente, el General Juan Domingo Perón, por 1950, que se dé por
terminado, el compromiso franciscano, en las misiones de “Laishí” y “Tacaaglé”,
y que estos sitios dejen de ser misiones de indios…
Por supuesto, que se comprometieron, a seguir prestando
sus servicios espirituales…
Recién en 1955, la Provincia de Formosa, se
provincializó…
Pero fue el Dr. Arturo Frondizi, en 1957, dejó sin
efecto, las órdenes hacia los Franciscanos…
Pero ya, Laishí, había nacido, para el año 1956…
El 7 de Junio del año 1996, la ciudad de San Francisco
de Laishí, fue declarada: “Municipio ecológico” a fin de cuidar y proteger, su
medio ambiente.
En su zona urbana, son 9.000 personas, y cuatro comunidades de pueblos
originarios.
Las primeras casas, fueron construidas, de palmas,
material, con que se construyó, también su primera Capilla.
Por el año 1905, el Padre, Fray Miguel Amondarain, construyó
un puente, de quebracho y urunday, que fue utilizado, como puerto donde se
embarcaban los vaporcitos, y las chatas, del Ingenio Azucarero, que funcionaba
en esa época, en la ciudad, y ese puente, era conocido, como el Puente Viejo.
Este Ingenio Azucarero, de chapas, ladrillos y maderas,
hoy en ruinas, con sabor a historia, se producían, azúcar, harina de maíz, maíz
pisado, miel de caña, tabaco, y además se trabajaba en un obraje, y una
carpintería…
La mano de obra, era exclusiva, de los aborígenes…
Este Ingenio, cesó, en sus funciones, por el año 1946.
El Convento Franciscano, en Laishí, es Monumento
Histórico Nacional.
La Misión, trajo, el primer auto, en la Provincia de
Formosa, un “Ford T…”, y además tuvo un periódico.
Después, de los Sacerdotes Franciscanos, llegaron, al
sitio, las Hermanas Franciscanas, quienes construyeron la “Iglesia Sagrado
Corazón de Jesús”, logrando educar, a muchas mujeres, de los pueblos
originarios…
Se logró encontrar, a emigrantes italianos: Blas
Casadei, quien era constructor, y a Fernando Casadei Mengui, Maestro Ebanista,
quienes ayudaron en la construcción de edificios de tipo arquitectónico, europeo…
Los Franciscanos, les enseñaron a los originarios,
música, y sus instrumentos, y la ciudad tuvo su primera Banda Musical…
La ciudad tiene, además, un Museo, donde los
Franciscanos, dejaron instrumentos, que usaban en la antigüedad, para fabricar
sus Hostias, y además de curiosidades, de los aborígenes, con sus realizaciones
artísticas, se destaca, un curioso vehículo, a pedal, como un gran triciclo,
que tenía en la parte superior, como dos grandes parlantes, para difundir, los
mensajes, que se utilizaban para dar a conocer noticias, por todo el pueblo,
pero que además tenía otra función: recaudaba fondos, para misiones altruistas,
y ¿cómo lo hacían?, pues, en la parte delantera, de este singular vehículo,
había una gran chapa de metal, que era capaz, de cubrirse de brazas, y de ir
asando un gran cerdo, los días festivos, y así recorría, toda la ciudad,
repartiendo, números, de la rifa, mientras, se asaba el cerdo, a la vista de
todos, y el que ganaba, por supuesto, se llevaba el cerdo…
Y así, los Franciscanos, conseguían, el tan necesario dinero,
para seguir con su accionar, ejemplar…
Realmente, la invención humana, no tiene límites, y
este particular vehículo se lo llamaba: “chanco-móvil”, je, je.
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