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miércoles, 9 de enero de 2019

INCENDIO EN BOSQUE DE VILLA GESELL- ARGENTINA:








INCENDIO EN VILLA GESELL, PROVINCIA DE BUENOS AIRES- ARGENTINA:

Cuando legué a la playa de Mar Azul, en enero del año 2019, me impactó una imagen en el cielo, que era como una gran columna de “nubes”, que partiendo desde el norte, a más de 14 kilómetros, corría paralela a la costa, y se internaba hacia el mar.
Pero esta imagen en el cielo de la costa, no era algo usual, sino, más oscura, y mi esposa, que había escuchado las sirenas de los bomberos, muy activas, me comentó, que podría tratarse de un incendio.
Villa Gesell, es una ciudad costera, sobre el Océano Atlántico, que en este lugar, se denomina Mar Argentino, y su suelo es arenoso.
Debido a ello, la fertilidad del suelo, es pobre, y antes de la llegada del pionero, que precisamente se llamaba Carlos Gesell, toda la región era realmente un desierto, junto al mar…
Pero este pionero, de origen alemán, deseaba plantar árboles, para utilizar, madera, para fabricar cochecitos de bebés, ya que su familia, en la reconocida Casa Gesell, que tenía una sucursal en Rosario, que conocí, hace años, se dedicaba a ello, en Argentina.
Y entonces se instaló, en una casa, en el medio de los médanos arenosos, y le hizo dos puertas, ya que si la arena atascaba una salida, podía abrir la otra perta y circular, ya que el viento, cambia la arena de lugar, en forma constante.
Comenzó su tarea, de plantar pinos, pero fracasaba, por el clima, y el poco fértil suelo arenoso.
Y entonces se le ocurrió, un sistema especial, que aún está hoy, en un sitio histórico de la ciudad de Gesell, que rememora a su fundador…
Eran una especie de tubos cilíndricos, donde colocaba las semillas, y como fertilizante, utilizaba el excremento de sus animales…
Y ¿por qué, usaba esos cilindros?
Para que las raíces de sus plantitas, crecieran, hacia la base, y no se ramificaran por la superficie arenosa…
Pues el agua, que abunda, estaba recién después del metro de profundidad, en el terreno.
Y lo logró…
Y empezó a poblar con pinos, todo este territorio.
Nunca le sirvió para su proyecto original de cochecitos de bebés, pero le sirvió, para que Argentina, tuviera una ciudad nueva, y un proyecto turístico prometedor, de cara al futuro…
Destaco, que un Presidente de la Nación Argentina, en las primeras épocas, correntino, llamado Arturo Frondizi, tuvo un ranchito, en el lugar, para disfrutar el terreno y la ansiada paz...
Toda esta explicación, viene a cuenta, para darnos una idea de la tristeza que nos embarga, pues el incendio, atacó, precisamente la zona boscosa del Norte de Villa Gesell, con más de un kilómetro, de largo y un kilómetro y medio de ancho.
Según, el diario Clarín de Buenos Aires, que leí, al día siguiente, el domingo 6 de enero de 2019, día de Reyes, a través de su periodista, Julieta Roffo, explicó, que dos avionetas, hidrantes, llegaron, desde la localidad cercana de Madariaga, para luchar contra el fuego desatado, arrojando miles de litros de agua.
Fue en el límite con otro precioso balneario, llamado Cariló, y el sábado 5 de enero, ignorándose sus causas, aún, se desató este proceso…
Los bomberos, explicaron, que dependía del movimiento del viento…
Se llegaron al sitio, 15 dotaciones de bomberos, y esas dos avionetas hidrantes, pero se debió evacuar preventivamente todo un camping, en la playa, asustando a los vecinos… 
Las ramas de los pinos, las acacias y los tamariscos crepitando, y hacen ruido, al caer, contra el suelo…
El mismo día, se controló el siniestro ígneo, y dependía de los movimientos del viento, que precisamente, por lo menos en la Playa de Mar Azul, donde estábamos, nosotros, fue realmente, intenso…
El fuego, y la comuna de humo,  comenzaron a verse, pasadas las 15 horas…
Además de los bomberos de Gesell, trabajaron dotaciones de Pinamar, Mar de Ajó, General Madariaga y Costa del Este.
El incendio, se concentró a unas diez cuadras de la orilla del mar.
Hubo vecinos que convocados por “Facebook”, vinieron en ayuda, llevando agua, y hasta hubo quienes pensaron en acercar leche, para amainar los efectos del humo, en vías respiratorias…
Era inevitable, el llanto que provocaba la humareda.
El olor del humo se expandió, por toda la ciudad…
A las 16  horas, el fuego, estaba descontrolado, con un incendio, en plena expansión, y el viento atizaba todo…
Se relató, que dos excavadoras, talaron decenas de árboles, para que no lograra la expansión, entre las ramas, de los pinos, que es la forma más común de expansión, del incendio forestal.
Los camiones, especialmente diseñados, para circular en terrenos arenosos, podían cargar, hasta 14.000 litros de agua, por viaje…
Había vecinos, que estaban preocupados, por sus casas, y se pasaban mojando, las entradas de sus casas…
Pero afortunadamente, el miedo, pasó, y el fenómeno, no produjo daños en personas ni en viviendas, pero, lo que sí dañó, fue el bosque norte de la ciudad, que tardará mucho tiempo, si es que reconstituye…

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