INCENDIO EN VILLA GESELL, PROVINCIA DE BUENOS
AIRES- ARGENTINA:
Cuando legué a la playa de Mar Azul, en enero del año
2019, me impactó una imagen en el cielo, que era como una gran columna de
“nubes”, que partiendo desde el norte, a más de 14 kilómetros, corría paralela
a la costa, y se internaba hacia el mar.
Pero esta imagen en el cielo de la costa, no era algo
usual, sino, más oscura, y mi esposa, que había escuchado las sirenas de los
bomberos, muy activas, me comentó, que podría tratarse de un incendio.
Villa Gesell, es una ciudad costera, sobre el Océano
Atlántico, que en este lugar, se denomina Mar Argentino, y su suelo es arenoso.
Debido a ello, la fertilidad del suelo, es pobre, y
antes de la llegada del pionero, que precisamente se llamaba Carlos Gesell,
toda la región era realmente un desierto, junto al mar…
Pero este pionero, de origen alemán, deseaba plantar
árboles, para utilizar, madera, para fabricar cochecitos de bebés, ya que su
familia, en la reconocida Casa Gesell, que tenía una sucursal en Rosario, que
conocí, hace años, se dedicaba a ello, en Argentina.
Y entonces se instaló, en una casa, en el medio de los
médanos arenosos, y le hizo dos puertas, ya que si la arena atascaba una
salida, podía abrir la otra perta y circular, ya que el viento, cambia la arena
de lugar, en forma constante.
Comenzó su tarea, de plantar pinos, pero fracasaba, por
el clima, y el poco fértil suelo arenoso.
Y entonces se le ocurrió, un sistema especial, que aún
está hoy, en un sitio histórico de la ciudad de Gesell, que rememora a su
fundador…
Eran una especie de tubos cilíndricos, donde colocaba
las semillas, y como fertilizante, utilizaba el excremento de sus animales…
Y ¿por qué, usaba esos cilindros?
Para que las raíces de sus plantitas, crecieran, hacia
la base, y no se ramificaran por la superficie arenosa…
Pues el agua, que abunda, estaba recién después del
metro de profundidad, en el terreno.
Y lo logró…
Y empezó a poblar con pinos, todo este territorio.
Nunca le sirvió para su proyecto original de cochecitos
de bebés, pero le sirvió, para que Argentina, tuviera una ciudad nueva, y un
proyecto turístico prometedor, de cara al futuro…
Destaco, que un Presidente de la Nación Argentina, en
las primeras épocas, correntino, llamado Arturo Frondizi, tuvo un ranchito, en
el lugar, para disfrutar el terreno y la ansiada paz...
Toda esta explicación, viene a cuenta, para darnos una
idea de la tristeza que nos embarga, pues el incendio, atacó, precisamente la
zona boscosa del Norte de Villa Gesell, con más de un kilómetro, de largo y un
kilómetro y medio de ancho.
Según, el diario Clarín de Buenos Aires, que leí, al
día siguiente, el domingo 6 de enero de 2019, día de Reyes, a través de su periodista,
Julieta Roffo, explicó, que dos avionetas, hidrantes, llegaron, desde la
localidad cercana de Madariaga, para luchar contra el fuego desatado, arrojando
miles de litros de agua.
Fue en el límite con otro precioso balneario, llamado
Cariló, y el sábado 5 de enero, ignorándose sus causas, aún, se desató este
proceso…
Los bomberos, explicaron, que dependía del movimiento
del viento…
Se llegaron al sitio, 15 dotaciones de bomberos, y esas
dos avionetas hidrantes, pero se debió evacuar preventivamente todo un camping,
en la playa, asustando a los vecinos…
Las ramas de los pinos, las acacias y los tamariscos
crepitando, y hacen ruido, al caer, contra el suelo…
El mismo día, se controló el siniestro ígneo, y
dependía de los movimientos del viento, que precisamente, por lo menos en la
Playa de Mar Azul, donde estábamos, nosotros, fue realmente, intenso…
El fuego, y la comuna de humo, comenzaron a verse, pasadas las 15 horas…
Además de los bomberos de Gesell, trabajaron dotaciones
de Pinamar, Mar de Ajó, General Madariaga y Costa del Este.
El incendio, se concentró a unas diez cuadras de la
orilla del mar.
Hubo vecinos que convocados por “Facebook”, vinieron en
ayuda, llevando agua, y hasta hubo quienes pensaron en acercar leche, para
amainar los efectos del humo, en vías respiratorias…
Era inevitable, el llanto que provocaba la humareda.
El olor del humo se expandió, por toda la ciudad…
A las 16 horas,
el fuego, estaba descontrolado, con un incendio, en plena expansión, y el
viento atizaba todo…
Se relató, que dos excavadoras, talaron decenas de
árboles, para que no lograra la expansión, entre las ramas, de los pinos, que
es la forma más común de expansión, del incendio forestal.
Los camiones, especialmente diseñados, para circular en
terrenos arenosos, podían cargar, hasta 14.000 litros de agua, por viaje…
Había vecinos, que estaban preocupados, por sus casas,
y se pasaban mojando, las entradas de sus casas…
Pero afortunadamente, el miedo, pasó, y el fenómeno, no
produjo daños en personas ni en viviendas, pero, lo que sí dañó, fue el bosque
norte de la ciudad, que tardará mucho tiempo, si es que reconstituye…
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