EL TANGO ARGENTINO: RECORDANDO EL MUNDIAL DE TANGO
2016:
Quedan aún acordes y recuerdos de los bailes, del
Mundial de Tango, que se realizó en Agosto del 2016, en la ciudad porteña de
Buenos Aires.
Siempre se veían hombres peinados con gomina, que es un
fijador para el cabello, y brillantes zapatos, de charol, y las damas con altos
tacos, y medias en red.
El hermoso ritmo, que nos identifica, a los argentinos,
se apropió de la ciudad de Buenos Aires, durante el Festival y Mundial de
Tango.
Se buscó utilizar otras ramas del arte local, y es así,
que por ejemplo, se encargó, a Lucas Parbo, Teko y Lean Frizzera, murales
relacionados con el tango y sus históricos cultores, y a algunos de ellos, se
les ocurrió, dejar en pared, las tapas de antiguos discos de Angel D’Agostino,
“Inolvidables”, Carlos Di Sarli, “El señor del Tango”, Don Juan, “El
irresistible”, Leopoldo Federico, “Buenos Aires Hoy”, Roberto Goyeneche,
“Gotan”, cuyo significado es hablar al revés en un lunfardo, utilizado muy
frecuentemente, gotán es lo inverso del tango, Tita Merello, “Tita Tango”,
Osvaldo Pugliese, “Volumen 13”, Julio Sosa, “El Tango, lo siento así”, y Aníbal
Troilo, “For export”.
Además del sensacional concurso, se desarrollaron,
otras actividades, como, recitales en barrios, shows, milongas, y una muestra
homenaje al gran poeta Horacio Ferrer.
Este concurso, es un certamen internacional, anual, y
de las 58 parejas que participan, 21,
vienen de otros países, la delegación más numerosa fue la de Colombia, con
nueve parejas de baile.
Los rusos, trajeron cinco, a su vez, para participar en
esta final.
También hubo de Holanda, Corea del Sur, Brasil e
Italia, por poner algunos ejemplos.
Se desarrolla, además, una categoría, que se da en
llamar: “Tango Escenario”, que es la más llamativa, por sus acrobacias, y
quedaron de 20 parejas, ocho extranjeras, tres rusas, y otras tres colombianas,
una brasilera y la última, italiana.
Anualmente, el Ministerio de Cultura de Buenos Aires,
abre las subsedes para este Mundial.
En este año, 2016, se abrieron en: Nanjing, China,
Londres, Gran Bretaña, Cali, en Colombia, Seúl, de Corea del Sur, Moscú, en
Rusia, Río de Janeiro, Brasil, Roma, en Italia, San Francisco, en los Estados
Unidos de América, y hasta en Tokio, Japón.
Los bailarines llegan varios días antes del concurso,
para las pre-selecciones, y además, participan en las clásicas milongas,
barriales, donde se baila tradicionalmente, en los barrios de Buenos Aires, el
tango, y visitan a sastres, y modistas, zapaterías y disquerías tradicionales,
en la ciudad.
Cuando se entregaron, las 12.000 plazas, para el Luna
Park, a fin de presenciar, las finales, las entradas, se agotaron, en tres
horas.
Las entradas, son gratuitas.
La otra categoría, se llama: “Tango Pista.”
Todas las delegaciones, llegaron a Buenos Aires, en
busca de una esperanza, y para beber, de las fuentes originales del Tango, y
los Campeones, salieron, del Luna Park, entre el 30 y 31 de Agosto, de este año.
Todos los concurrentes, tomaron clases, en sus países,
y gastaron dinero, en la preparación, y traslado, en busca de un sueño…
Sin-ming Shaw, periodista chino, experto en tango,
escribe sobre lo que a él le importa, y aclaró a periodistas argentinos, que el
Tango, le importa.
Y aclaró, que en todo el mundo, pero más en Asia, están
locos por el Tango…
Que en alejadas zonas de China, se están creando
milongas….
Al final, una agraciada pareja de la zona de Banfield,
en Argentina, ganó el Mundial, Cristian Palomo, y Melisa Sacchi, expresaron:
“Es un premio, ante tanto sacrificio”.
Se lograron coronar, ante una cuarenta parejas,
óptimas.
Esto, relatan participantes del evento, es como el
Mundial de Fútbol, para los futboleros, y no se cansan, de regresar año tras
año, a la ciudad de Buenos Aires, en este hermoso encuentro internacional.
Los jurados otorgaron un puntaje, entre 7 y 10, y en cuarenta parejas, y hasta, un
decimal se tiene muy en cuenta.
Los afortunados ganadores, Cristián y Melisa, se
conocieron, en una milonga, tradicional baile barrial porteño, hace ya cuatro
años.
Cuando ganaron, ella se tomó su rostro y lloró, y él se
arrodilló, y lloró aún más, de la emoción.
“No es fácil, ser bailarín hay que remarla bastante”,
declararon a los periodistas, como explicando que cuesta mucho trabajo y
desazones, seguir en el camino, de esta profesión, por nuestros pagos.
Cuando Cristián, descubrió el Tango, expresó, que dejó
todo, sus anteriores empleos, en un lubricentro, de su propiedad, y en carreras
de automóviles, mientras que Melisa, estuvo vinculada al Tango desde siempre,
desde cuando bailó, en Mi Club, precisamente de Banfield, por primera vez.
Melisa opinó: “Creo que el Tango, es el ritmo, que
mejor interpreta, el estado de ánimo, por eso me cuesta, tanto, elegir, un
favorito, pues hay un Tango, para cada momento.”
Para saber lo que realmente significa un Tango, para un
argentino, es darse cuenta, de la emoción que representa, escucharlo, a cualquier
pieza, cuando, uno, transitoriamente, o aún, definitivamente, se aleja de
Argentina, y resuena en los oídos, esta maravillosa música, sentimental,
profunda, que toca el alma…
Para adentrarnos en el tema, el Tango fue fruto de una
profunda mezcla.
De un pueblo, como el argentino, que precisamente se
fue conformando, con la llegada de sangre inmigrante, españoles, italianos,
centro-europeos, sirio-libaneses, israelitas, arribaron al puerto de la ciudad
de Buenos Aires, para poblar la “pampa.”
Y se mezclaron con los pueblos originarios, y aún, con
los descendientes, de la profunda, África negra, destinados a la esclavitud, y
se unieron, se amalgamaron, creando la Nación.
Este revuelto, de aires criollos, músicas de España,
canzonetas italianas, violines, y música nativa, fueron los antecesores, del
primer tango argentino.
El último arribo, para completar la idea, fue el de un
instrumento musical, privilegiado, en el Tango: el bandoneón, que llegó desde
Alemania, dejando una profunda impronta, en la música argentina.
El sitio, donde nació, fue el llamado: “conventillo”,
antiguas residencias de familias más acomodadas, que se trocaron de pronto, en
alojamiento múltiples, para los italianos y españoles, que abordaban el puerto
de Buenos Aires.
Los “gauchos” criollos, con sus guitarras, los “rusitos
centro-europeos”, con sus violines, y los instrumentos de banda de italianos y
españoles, engendraron el Tango.
En el Río de La Plata, entre los años 1925 y 1955, el
Tango, fue el centro de la vida social, de argentinos y uruguayos,
especialmente.
Su música y letras, monopolizó la radio, el cine, y el
teatro, por toda América Latina, Europa, y actuaciones constantes por Japón.
Se le llamó: “Un sentimiento triste que se baila…”
El Tango, se afianzó, en el mundo, y junto al flamenco
de España, la espléndida música rusa, la brasileña, y el jazz americano, se
constituyeron en el “arte del pueblo”, en el siglo XX.
Autoridades de la ciudad de Buenos Aires, y del Poder
Ejecutivo Nacional, de Argentina, establecieron, como día Nacional del Tango,
el 11 de Diciembre, de cada año,
conmemorando, en este día, la fecha de nacimiento, de dos de los protagonistas
que nutrieron la frondosa vida del Tango: en la Canción, Carlos Gardel, “El
zorzal criollo”, y en la Música: Julio De Caro, y la creación de la Academia
Nacional del Tango, como decimosexta academia nacional.
Y como siempre cuando se ama, puede haber discusiones,
entre uruguayos y argentinos, nos disputamos la paternidad de este sentimiento
hondo rioplatense, que en vez de separarnos por tontas discusiones, nos une
como fuertes hermanos rioplatenses…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario