¿QUIENES SON LOS “RESTAVEKS…”?
En un video del Caribe, mientras cuidaba a mis
nietitos, observo que cuando muestra sitios caribeños, comienza a asomar la
realidad en Haití, la nación americana, con más problemas sociales y económicos
de nuestro continente, que fuera, encima azotado, hace relativamente poco
tiempo, con un breve terremoto, que duró un minuto y medio, pero que pareció
una hora, en opinión de los lugareños…
Los problemas económicos, que sufre la población toda,
y el desastre que surgió luego del terremoto, hizo, que surgieran, en Haití,
condiciones inauditas, que fueron mitigadas, en parte, por la ayuda
internacional, pero, según se relata, el dinero, recaudado, no llegó a sus
verdaderos damnificados, en forma completa…
Y es así, que la miseria, obligó a muchos padres
haitianos, a hacer cosas que no deseaban: enviar a su o sus hijos, a familias
de acogida, que los utilizan como servidores domésticos…
Y así, nacieron, en este azotado país, los que se
llaman: “restaveks”, en creole, o “restavecs…”
Y todo, porque sus progenitores, muchos de zonas rurales, que no podían
cuidarlos, económicamente…
El nombre proviene del idioma francés, de los términos:
“rester” y “avec”, que sumados, dan la palabra, “para quedarse…”
A veces son parientes, o amigos, o conocidos, o no, más
ricos o más pudientes, que pueden ayudar a criar a los niños…
Los niños recibirían alimento y vivienda, y posible
educación, a cambio de realizar las tareas domésticas, de la familia a donde,
ellos van…
Sin embargo, a muchos los hacen vivir en completa
pobreza, sin educación, y un gran riesgo de abuso, físico, emocional, o aún,
sexual…
El sistema, no es reducido, se dice, que hay más de
300.000 niños, en estas condiciones, y esto es tolerado, generalmente, pese a
que se transforma, en una verdadera forma de esclavitud moderna…
Según alguna estadística, un 25% de los niños
haitianos, entre 5 y 17 años, viven lejos de sus progenitores…
Recordemos, que la esclavitud, en Haití, existió, desde
Colón…
La nación, se proclamó, independiente, por el año 1804.
Luego del terremoto del año 2010, muchas familias
sufrieron penurias y desplazamientos, y no pudieron, hacerse cargo de sus
hijos…
Actualmente, los niños de la calle, son muchos de los
restaveks, que se escaparon de las casas de acogida, o fueron expulsados…
Y caen en la mendicidad, o aún en la esclavitud de la
prostitución…
Muchos padres creen, que enviarlos, como restaveks, a
sus hijos, es para que logren algo mejor, pero, ellos no son remunerados, y no
cuentan, en la familia, pues no pueden decidir sobre nada…
Si bien, no se compran ni se venden, como en la
esclavitud común, las familias despiden a los restaveks, a sus quince años,
pues en ese entonces, deberían iniciar, los pagos, por sus prestaciones, y así,
logran engrosar los jóvenes, que viven en las calles…
Los restaveks, que reciben educación y nutrición
adecuada, son los menos.
La pobreza extrema, y la aceptación social del sistema,
son las condiciones, que perpetúan esta modalidad de esclavitud moderna, en el
país, más pobre de América…
Actualmente el término restavek, se sinónimo de
servilismo, y es despreciado, por las clases altas…
En realidad, Haití, cuenta, con escasos orfanatos, y
sus recogidos, suelen terminar, muchas veces como rastaveks…
Muchos niños y niñas, son obligados a obedecer a sus
patrones, en el hogar de acogida, y si no cumplen bien lo ordenado son
golpeados por la mano o aún con cintos…
Es algo a conocer, por la comunidad internacional, y
fundamentalmente, por los americanos y americanas, que debemos comprometernos,
en ayuda a estos niños y niñas, y que la ayuda, llegue a donde se la necesita…
Hay situaciones, que no deberíamos tolerar, y es ver a
niños, sin futuro, vagando, en las calles, sin hacer absolutamente nada, y
dependiendo, exclusivamente, de la fortuna, segundo a segundo…
Precisamente, miro mis nietos, y veo al video de Haití,
y me produce, dolor y sufrimiento, pensar, que son niños americanos, que no
dicen nada, y esperan…
Ruego a Dios y a la Virgen del Huerto, que cambie la
realidad miserable de Haití, en el siglo XXI…
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