“TATI” EXPUSO EN LA CIUDAD DE ROSARIO:
Con el título: “Tati” abstractos…, se expuso durante
los días 9 de Agosto al 16 de Septiembre, del año 2018, en el Centro Cultural
Fontanarrosa, de la ciudad de Rosario, Argentina, la obra escultórica del
artista Rubén (“Tati”) Matiasevich, quien vive en Wheelwright, en la Provincia
de Santa Fe.
Rubén fue un verdadero autodidacta, y relata que tres
búsquedas, de diferentes referentes, le ayudaron, en su accionar, y rescata a Brancusi,
Gamarra y a Noguchi…
Trabajó en diferentes talleres, experimentando, en
varios materiales, como el vidrio, el hierro, y la madera…
Fue ayudante en el XII Encuentro Internacional de
Escultura, de la ciudad de Rosario, Provincia de Santa Fe, por el año 2004, y
además fue Escultor Invitado en el Primer Simposio Internacional de Escultura
en la ciudad de Roldán, en la Provincia de Santa Fe, por el año 2007.
Esta muestra, es su primera, en el Centro Cultural
Fontanarrosa, de la ciudad de Rosario…
Rubén Matiasevich, expresó: “Ocurre que algo de la obra
de otro nos conmueve al punto de impulsarnos a buscar. La idea de belleza, la
fuerza, el movimiento, la sutileza. La mayoría de las veces no es claro, lo que
buscamos, pero experimentamos, el viaje, que es lo que en definitiva, importa. O
dicho en palabras de Noguchi: Puedes averiguar cómo hacer algo y luego hacerlo,
o hacer algo y luego, descubrir, lo que hiciste…”
Precisamente, Isamu Noguchi, nacido en la ciudad de Los
Ángeles, por el año 1904, fue un escultor y diseñador estadounidense, y buscó representar
el poder expresivo, de las obras abstractas orgánicas, y que fue hijo, del gran
poeta japonés, Yone Noguchi.
Isamu, viajó por Inglaterra, China, México, y fue
ayudante de Constantin Brancusi, entre 1927 y 1928, en París, donde se
relacionó con escultores, de la talla de Alberto Giacometti, y Alexander
Calder.
Además se influenció por el surrealismo, y por la obra
de Picasso y Joan Miró…
Durante la Segunda Guerra Mundial, fue,
voluntariamente, a un campo en California, de ciudadanos estadounidenses, de
origen japonés.
Siempre desarrolló el misterio y el espíritu, del arte,
de tipo primitivo…
Fundamentalmente se expresó, en el barro cocido, que
aprendió con un maestro en Japón…
Siempre jerarquizó
a la naturaleza, en su camino artístico, y también experimentó, con la
piedra…
Por otra parte, Jorge Gamarra, escultor, nació en
Buenos Aires, Argentina, por el año 1939.
En 1966 obtuvo el Primer Premio, de Escultura, en el
Salón ADYSIC, organizado por la Asociación de Empresas de Seguros.
Para el año 1971, recibió el Primer Premio, en el Museo
de Arte Moderno.
Experimentó, y se presentó en muchas oportunidades, con
el acrílico…
Por 1976, recibió el Premio “Agustín Riganelli”, en la
Bienal de Escultura, de la Galería Palatina, y también consiguió la beca “Francesco
Romero”, de perfeccionamiento en escultura, de la Embajada de Italia, y el
Fondo Nacional de Las Artes, y así pudo viajar y permanecer, un año,
precisamente, en Italia.
En 1979, obtuvo, el Primer Premio, en el Concurso de
Cubiertos, “Rómulo Rufini”, presentado en el Centro de Diseño de Buenos Aires.
Ya en 1981, recibió el Premio Fondo Nacional de Las
Artes, “Dr. Augusto Palanza”, que era una de las mayores distinciones
artísticas, ene se entonces…
En 1990, en Canadá, obtuvo el Primer Premio, por el
voto de los artistas, en la ciudad de Québec…
En 1992, la Fundación Konex, lo distinguió, con el
Diploma al Mérito en Escultura, del Quinquenio 1987-1991.
Muchos galardones, más premiaron, su esfuerzo, y fue
uno de los referentes de Rubén Matiasevich…
El último, de los escultores, que relata Rubén, fue
Constantin Brâncusi, que nació, en Rumania, por el año, 1876.
Sus obras, están en Museos de Francia, Estados Unidos,
Rumania, y aún, Australia.
Nació, en familia campesina, y fue pastor, de niño,
aprendiendo a leer, por sí mismo.
El joven se interesó, en la talla en madera, que era
muy importante, en Rumania, de esa época, y llamó la atención de un filántropo,
que le pagó los estudios, en la ciudad de Craiova, Rumania, durante cuatro
años.
Se perfeccionó, posteriormente, en la Escuela de Bellas
Artes de Bucarest.
En 1904, mientras cantaba en ceremonias de la Iglesia
Ortodoxa Rumana, y lavaba platos, en la ciudad de París, se influenció por
Rodin, y el impresionismo…
Fue uno de los primeros en el arte moderno, y trabajó,
con Amedeo Modigliani…
Además Constantin, era buen violinista, y solía tocar
piezas rumanas…
Por 1952, obtuvo la nacionalidad francesa, y donó, su
taller, al Museo de Arte Moderno de París, con casi 100 esculturas.
Evidentemente, Rubén “Tati” Matiasevich, eligió muy
bien a cada referente, y espero que se deleiten, con las búsquedas, que el
artista, logró, con diferentes y cambiantes formas, luces y sombras…
Las fotografías, que acompañan, este relato, son
precisamente, de la exposición que brindara “Tati”, en Rosario, por el año
2018, a disfrutarlas…
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