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jueves, 22 de diciembre de 2016

MENSAJE PARA ESTA NAVIDAD:

MENSAJE NAVIDEÑO:

El día domingo 18 de diciembre del año 2016, en la Capilla de San José de La Caridad, el Coro, amenizó la Misa, y se preparó con canciones de la Misa Criolla, y varios villancicos.
Su canto fue hermoso, y entonces me di cuenta, de la valoración, de la llamada MISA CRIOLLA, en nuestra liturgia católica.
Vamos a aclarar algunos conceptos, primero ¿qué es criollo?
Según relata el historiador Boleslao Lewin, en las colonias españolas, que se habían instalado, en el llamado Nuevo Mundo, existían, conforme a las leyes dictadas por la metrópoli, seis castas principales: a) Los blancos españoles, entre, los que se distinguían los españoles europeos, y los españoles americanos, llamándose a estos últimos, simplemente criollos.
b) Los indios.
c) Los mestizos, mezcla de indios y blancos.
d) Los negros, que podían ser libres o esclavos.
e) Los mulatos, descendientes de negros y blancos, quienes también, podrían ser libres o esclavos.
f) Los zambos o zambaigos, descendientes de negros e indios.
Con los años, el término criollo, se fue dando en referir, a los americanos, nacidos aquí, en suelo autóctono, y así quedó, aludiendo a todo lo auténticamente americano, cruza de europeo y originario.
Entre los discos antiguos, que guardo de mi familia, encontré, uno, precisamente, que había comprado mi padre, hace muchos años, el de la MISA CRIOLLA, del célebre conjunto musical folklórico argentino: Los Fronterizos, con el Coro de la Basílica del Socorro, dirigido por el Presbítero J. G. Segade, y con la dirección final de Ariel Ramírez.
Éste, FUE EL PRIMER DISCO DE LA MISA CRIOLLA, y en su interior, el Padre Alejandro Mayol, explica así, todo el proceso de ese disco:

Cuando Ariel Ramírez, se propuso componer, una misa cantada, sobre formas musicales, puramente folklóricas, recibió, el estímulo y asesoramiento, del R.P. Osvaldo Catena, asesor de Liturgia para América Latina; del R. P. Jesús Gabriel Segade, director de la Cantoría de la Basílica del Socorro, y del R. P. Alejandro Mayol, uno de los más entusiastas promotores de la idea.
Después de discutir, largamente, el tema, se resolvió, elegir, de común acuerdo, el texto litúrgico español, aprobado recientemente, por los peritos de América Latina.
Sobre esas palabras, debía encontrar Ariel Ramírez, los elementos rítmicos más adecuados, para transmitir, el fervor, de cada secuencia de la misa, dentro del ámbito musical, de nuestro folklore.
A esta dificultad, se agregaba el problema de la elección de intérpretes, capaces, de asumir, la responsabilidad, de expresar, con la debida belleza y autenticidad, esta ambiciosa creación.
Teniendo en cuenta, estos problemas, Ariel Ramírez, encaró su composición, como una obra, para solistas, coro y orquesta.
Serían Los Fronterizos, el prestigioso y popular conjunto, quienes se harían cargo de la primera interpretación a través de las voces de sus componentes: Eduardo Madeo, Gerardo López, Julio César Isella, y Juan Carlos Moreno. La Cantoría de la Basílica del Socorro, que dirige el R. P. Segade –armonizador de la parte coral- y una orquesta, integrada por instrumentos regionales, se asociaron, con el clave, instrumento que por su sonoridad y su tradición, evocativa, fue escogido, por Ariel Ramírez –su intérprete- para llevar la voz cantante de la orquesta.
La percusión, formada por dos bombos legüeros, batería, tumbadora, gong, cocos, cascabeles y otros accesorios, aportaron a la obra, elementos típicamente americanos. Estos medios expresivos, son los que interpretan la MISA CRIOLLA.
La Misa Criolla, se inicia con el Kyrie, concebido, sobre dos ritmos –Vidala y Baguala- aptos, para atravesar la súplica de esta letanía.
Se luce como solista, en el tema de Baguala, Gerardo López, cuya voz, desgarrada, crispada, dice el tema principal de la oración.
El excelente intérprete de charango, Jaime Torres, inicia el Gloria, con una ejecución magistral, que marca el ritmo de una de las danzas, más populares de Argentina: el Carnavalito.
Es una forma popular, elegida con acierto, para traducir, el júbilo de la Gloria del Señor, que Los Fronterizos y el Coro, exaltan, a través de un diálogo encadenado, de atrayente vivacidad.
El más difícil, de todos los momentos de la Misa Criolla, es, sin duda, el Credo, por la grandeza de su tema, y por el ritmo escogido: la Chacarera Trunca, aire muy popular en Santiago del Estero. Un ritmo, obsesionante, casi exasperado, subraya la línea melódica, que entra con una fuerza dramática, impresionante, en torno a las réplicas de Los Fronterizos y el Coro, alternados en la afirmación de la profesión de fe, que es propia de esta parte de la Misa.
Ariel Ramírez, trabajó, el Sanctus, sobre uno de los ritmos, más bellos, del folklore boliviano: el Carnaval de Cochabamba, de marcado y subyugante compás, como lo requiere este momento de la Misa, en que se aclama la gloria, que llena los cielos  y la tierra.
El Agnus Dei, está dicho, en un estilo pampeano íntimo, tierno y a la vez solemne.
En esta y en la anterior secuencia, Los Fronterizos, en su totalidad, actúan como solistas, con el permanente concurso del Coro, y un ajustado fondo orquestal.
Si la Misa Criolla, fue concebida, teniendo en cuenta, las exigencias, de un tema lleno de majestad, los motivos de Navidad Nuestra, han sido creados, para un retablo criollo, donde cada momento del Misterio de la Encarnación, es expresado, de manera popular: con toda la ternura y plasticidad, con que se evoca en el espíritu, de la gente sencilla, el milagro, ocurrido hace dos mil años, en tierra de Judea.
Ariel Ramírez, dio a cada episodio, de la Navidad, una voz regional diferente: un Chamamé, para la Anunciación a María, una Huella Pampeana, para la peregrinación de José y María, una Vidala Catamarqueña, para el Nacimiento, la Adoración de los Pastores, se hace en ritmo Chayero, y la de los Reyes Magos, en tiempo de Taquirari, la huida de la Sagrada Familia, es una Vidala Tucumana…
Eran necesarios versos cálidos, tiernos, sencillos: palabras que pudieran repetir quienes sintieran la emoción del milagro navideño.
Félix Luna, fue el poeta, que colaboró, con Ariel Ramírez, en la elaboración de canciones de Navidad Nuestra. Sus textos, asociados a las melodías populares compuestas, por Ariel Ramírez, hacen posible, el prodigio, de una estampa, que tiene sabor y color americano, sin perder, su contenido universal.
Algunos de los integrantes de Los Fronterizos, cumplen actuaciones relevantes: Julio César Isella, canta el Chamamé, con la tierna gracia, que exige, el episodio de la Anunciación, al que agregan los sopranos del Coro, la humilde respuesta de la Virgen María al Ángel Gabriel.
En la Huella –donde el clave de Ariel Ramírez, juega un papel conductor- es Gerardo López, quien relata la peregrinación de José y María, “con un Dios escondido” en su seno.
El Nacimiento, una canción que expone, los elementos básicos de la Vidala Catamarqueña, en un esquema musical, que por su línea melódica, puede ser “nuestra” canción de Navidad, ofrece a Eduardo Amadeo, lo oportunidad, de cumplir, una inmejorable interpretación.
La Chaya Riojana, convoca a Los Fronterizos, el Coro, y a la Orquesta, en un ritmo jubiloso, pastoril, agreste, que recuerda en su letra y melodía, a los villancicos, que en el Siglo de Oro, español, esmaltaron, las obras teatrales clásicas.
La Adoración de los Reyes Magos, viene en tiempo de Takirari, el crepitante ritmo boliviano, sobre cuyos compases, los magos de Oriente, ofrendan al Niño Dios, arrope, miel y un poncho de alpaca…
Y por fin, la huida de la Sagrada Familia, lenta y golpeada, sobre una Vidala Tucumana, que transmite la angustia de la Madre, por escapar al peligro que corre su criatura.
Navidad Nuestra, ofrece, en una selección que armoniza, todas las tonadas de esta tierra, el Misterio de la Encarnación al modo nuestro. Al modo tierno y sencillo en que lo suelen cantar, bajos cielos diferentes, aquellos que creen en el mensaje de un Dios, que bajó al mundo para traer paz a los hombres de buena voluntad.
Tal, la Misa Criolla, y la Navidad Nuestra.
Este disco ha reunido, la vocación creadora, y la emoción interpretativa, de muchos hombres y mujeres, que han dado testimonio, de la perenne vigencia, con que se vivifica un misterio de amor, al que se puede cantar, con voces propias, vernáculas, porque su dimensión, no admite fronteras. Un misterio de amor que –está visto- puede expresarse también, con dignidad y hermosura, en palabras y melodías, que transmiten el caliente sabor, de nuestra tierra americana.

Seguía algo más el relato, explicando cada uno de los autores de este histórico disco y proyecto americano.
Es de destacar, que por televisión pude observar la presentación en el Vaticano, auspiciada por nuestro querido Papa Francisco, del espectáculo, precisamente La Misa Criolla, en Roma, con la interpretación, en ese instante, de la reconocida cantante argentina Patricia Sosa.
Quiero asociarme a estos días navideños y con este relato, enviar un fuerte abrazo a todos/as lectores de este blog, de un médico argentino, y precisamente elegí este tema de la Misa Criolla, que nos identifica.
¡¡¡UNA MUY FELIZ NAVIDAD PARA USTEDES!!!























1 comentario:

Unknown dijo...

Quiero agradecerle, Dr. el interesante trabajo que ha hecho para nosotros, comentando la responsable labor que hicieron los autores de "la Misa Criolla", usando "todas las tonadas de esta tierra".
Ariel Ramirez, fue uno de mis interpretes preferidos, y Ud.me trajo el recuerdo de la inmensa emoción que gocé cuando, hace muchos años, presencié la presentación de la obra en el teatro El Círculo con A. Ramirez y Jaime Torres . Eran tiempos en que la cultura de la ciudad era amplia y accesible para la mayoría ciudadana. La Pcia, tenía una orquesta sinfónica, con directores destacados, que luego, continuaron su carrera en Europa, y traía a directores de las principales capitales europeas, que nos hacían vibrar.
lo valioso de su tarea, es que ahora tengo una noción más clara de la que escucho, así valorar mejor ...Ud. sabe que con la vejez,surgen muchos evocaciones de la niñez...y esto me recuerda, una visita que hicimos con la maestra de 4º grado a "La Europea" para conocer como se hacía el pan, porque, decía que era ilógico que no conociésemos el contenido de lo que a diario comíamos. Esa visita, me llevó, muchas veces a querer saber el por que y como de muchas cosas..y por eso, le reitero mi agradecimiento, ya que hasta el momento, desconocía los preciosos valores de la composición.
Le agradezco sus buenos deseos, y una vez más quiero destacar el acercamiento tan humano que hace con sus pacientes..muchas gracias, y confío que Ud. y su familia tengan un buen año nuevo. Esther