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jueves, 21 de abril de 2016

MATES DE CERÁMICA














EL MATE DE CERÁMICA:

El mate, para los rioplatenses, uruguayos y argentinos, paraguayos y brasileños del sur, es toda una institución.
Es una infusión que hemos aprendido a tomar de los nativos guaraníes, amos y señores, de esta parte de Sudamérica, antes de la llegada de los españoles al Nuevo Mundo.
Con la expulsión jesuítica, se abandonó esta práctica, y se perdieron los conocimientos para cultivar las plantas, ya que antes los guaraníes, dirigidos por los jesuitas, habían hecho muchísimos logros en su cultivo.
En Argentina, parece mentira que hubo que esperar a que un extranjero inquieto, el gran paisajista francés Thays, lograra, en el Jardín Botánico de la ciudad de Buenos Aires, desentrañar el secreto del cultivo de la yerba mate, y así, dichos conocimientos permitieron que se desarrollara una industria próspera en Misiones y Corrientes, provincias argentinas, que sirvieron para abastecer de mate a nuestro país todo.
Esto es un preámbulo para comentar, que la semana pasada, fui gratamente sorprendido por una exposición de Mates de Cerámica, siglos XIX y XX, en el Espacio Cultural Universitario de nuestra ciudad.
Realmente felicito a las autoridades de la Universidad de Rosario, por dicho Espacio Cultural, que sorprende y apasiona.
En el título de la exposición se decía: Un recipiente de moda para una costumbre de siglos.
Quiero destacar que la muestra corresponde a la colección del Dr. Hugo Bonnet, con mates manufacturados en cerámica, porcelana, y aún vidrio o cristales, de fines del siglo XIX, hasta la actualidad, y consta de aproximadamente 1600  mates, que fue adquiriendo en los últimos treinta años.
Se destacan entre las piezas, algunas en forma de jarrito, y con silbato, sí, aunque parezca mentira, para llamar a la cebadora, que era la encargada de llenar los recipientes del mate. Otros con salvilla, para servir galletitas, o aún enviar un mensaje…
Otros con dedicatorias, con ángeles de alas desplegadas, o con motivos religiosos, de propaganda, y así.
El mate, en tanto costumbre, nos invita a compartir vivencias, y fortalecer los vínculos sociales.
El mate, como objeto, refleja en su estética, momentos de la historia de esta parte de Sudamérica, gustos sociales y personales.
La costumbre de tomar mate, y de tomarlo en mates de porcelana, fue el encuentro de dos culturas, con la llegada de inmigrantes europeos, a fines del siglo XIX, el mate se adopta como hábito, y el recipiente de porcelana, se incorpora como colorida variante.
Estos objetos, de singular belleza, fabricados en Europa, en Alemania, Checoslovaquia, Francia, Países Bajos y otros, denotan diversas temáticas y motivos de época, muy alejados de la tradicional calabaza.
Espero que disfruten de esta colección, tanto como yo.











































































Ignoraba que el mate de cerámica era tan popular entre nuestros queridos inmigrantes, pero aludiendo a la verdad, personalmente, quiero expresar que prefiero tomar mate amargo en un mate de madera, en la actualidad. 

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