ADELANTOS EN LA RAMA DE LA MEDICINA:

ADELANTOS EN MEDICINA:
En una revista, de mucha circulación en Argentina, en un artículo central, un Publicista Español, Luis Bassat, traza, una síntesis interesante de los progresos creativos del hombre, que pasaré a comentar, como preámbulo, de este relato.
Luis explica, que la creatividad, marcó y cambió el rumbo de la historia.
Que hace 2,5 millones de años, el ser humano primitivo, se las ingenió, para que de algún tipo de piedras, se lograra filo, y las usó primero para cortar y desgarrar, y después inventó, las puntas de flechas y de lanzas, tan necesarias para su alimentación.
No olvidemos que el ser humano es un ser de visión frontal, y eso nos hizo agresivos, y seres de ataque, como los tigres, no como otros animales que tiene visión lateral y son más hábiles para huir o escapar, como los ciervos o aún las gallinas.
Y estas piezas de piedra, triangulares, y afiladas, permitían penetrar los tejidos aún de grandes animales…
A los 60.000  años a.C., se piensa que el hombre inventó el arco y la flecha, habituándose ahora, más a la carne y no tanto a los herbáceos o aún a la carroña.
Se cree, que por ejemplo, la médula de los huesos, muy rica en grasas, era una de las comidas buscadas por el hombre antiguo y prehistórico. El ser humano de esa época, partía los huesos, y extraía su médula, rica en nutrientes, en animales muertos.
Un gran paso hacia el futuro fue el hecho que los primeros seres humanos, comenzaron a caminar en sus extremidades posteriores, dejando maravillosamente sus extremidades anteriores, libres, para lo creativo.
Otro paso importante fue la oposición del pulgar en la mano humana, que se relata que fue fundamental, para el desarrollo cerebral.
También al pararse la laringe descendió, y con el hueso hioides, del esqueleto de la lengua, permitió que con algunos gruñidos y sonidos guturales, se iniciara la oralidad.
Se dice, que el sexo femenino, tuvo mucha importancia en el desarrollo del lenguaje humano…
Posteriormente se descubrió el fuego, si fue de los rayos o no, solo Dios lo sabe, lo cierto, que el hombre lo descubre, y lo acarrea, y lo ayuda a espantar insectos y grandes animales, haciendo mejor su vida, además de brindarle calor, y poder atrapar por su intermedio, a animales como elefantes, que los arrinconaban en pantanos, con la ayuda del fuego, precisamente.
En Sumer, entre 4.000  y 3.000  años a.C., aparece la escritura, y pudo así, recordar cosas que permanecían escritas. Para esa misma época, el hombre inventa el barco a vela, que le permitió el domino en el agua.
A los 3.200  años, a.C., aparece el formidable invento de la rueda, que permitió el acarreo de personas y de todo tipo de mercaderías.
En nuestro continente, América, se conoció la rueda con la colonización del hombre europeo, y pueblos enteros, como indios americanos del norte, tales como sioux, cheyenes y mohicanos, no la utilizaron, y si recuerdan las hermosas películas del Far West, que vi de niño, estos grupos étnicos, trasladaban sus pertenencias, en unas especies de camillas tiradas por sus briosos caballos.
Por otra parte, en China, por el 105 d.C. Tsai Lun, creó el papel, a partir de fibras vegetales, abandonándose el pergamino, hecho de piel animal.
Recién fue superado en el año 1.450, cuando Gutemberg inventó la imprenta, con la posibilidad de difundir masivamente las ideas y los conocimientos.
En 1592, Galileo Galilei, inventó el termoscopio, predecesor del termómetro, que se atribuye a Santorio Santorio.
Un gran adelanto médico: por 1796, Edward Jenner, inventó la VACUNA.
El médico inglés inventó la vacuna contra la viruela, e inmunizó a un niño, con un óptimo resultado.
En el año 1839, por ejemplo, Macmillan, crea la bicicleta. Fue mejorada en 1887, por Starley, inventando la bicicleta de seguridad.
En 1928, Alexander Fleming, descubrió la penicilina, a partir de un hongo.
Y así, una lista interminable de conocimientos y descubrimientos, a través de los siglos, siempre basándose en la inteligencia creativa del hombre.
Pero, ¿a qué se debe todo este enunciado anteriormente?, a que estando de vacaciones, en el mes de febrero del año 2016, me siguen fascinando los diferentes descubrimientos en la rama que desarrollé, toda mi vida profesional, la medicina.
Nombraré dos ejemplos de avances actuales, que me parecen significativos de difundir:
El primero, que en Argentina, se llevó a cabo un tratamiento, en 22  pacientes diabéticos tipo I, CON IMPLANTES DE ISLOTES PANCREÁTICOS DEL CERDO.
Sí, aunque no se pueda creer, se utilizó a nuestro gordito amigo, para que a sus 5 a 7  días de vida, se le separen los islotes de Langherans, que es el grupo de células encargadas en el animal, y por supuesto, también en el humano, de la producción de insulina.
Siempre me fascinó, la historia de Langherans, que era un estudiante de 1er. Año de Medicina, y en ese momento descubrió este tipo de células en el páncreas, que portan, en su homenaje, su nombre.
Siempre utilicé, en mis clases de docente, para explicar que no se crean que todo está inventado, y se acepte todo como algo definitivo y que uno por ser estudiante de primer año no pueda tener creatividad, y siempre puse el ejemplo, de cuándo logró Langherans su descubrimiento, cuando recién ingresaba a su carrera…
Lo cierto es que en 22  pacientes en nuestro país, investigadores como Carulla, Weschler, Abalovich y Siciliano, con su equipo, en cerdos DPF, libres de gérmenes patógenos para el hombre, y con cooperación con la Universidad de Irvine, donde trabaja el Canadiense Jonathan Lakey, quien ya, por el año 2000, en un Protocolo de Edmonton, 7 personas fueron trasplantadas con células humanas de Langherans. Pero se requiere de 2 a 4 páncreas, para trasplantar a un solo paciente diabético, y por ello, se buscó en el cerdo, como candidato ideal.
Para el ensayo inicial, del año 2010, se utilizaron células de islotes procedentes de Nueva Zelanda.
Los islotes se mezclan con alginato, para encapsularlos y protegerlos de los ataques inmunológicos.
Y posteriormente, por una laparoscopía, son implantados en su abdomen, al receptor.
Un fenómeno adverso es la hinchazón abdominal, durante unos días, luego de la inyección.
Se busca trasplantar a jóvenes con Diabetes I, y se obtuvieron resultados dispares, algunos reducen sus requerimientos de insulina en un 30  a 40%, y una niña dejó de aplicarse insulina. Hay que destacar que algunos pacientes no cambiaron sus requerimientos insulínicos.
A lo mejor en tres a cuatro años, hay que reimplantarla, porque ese es el tiempo de vida de los islotes, y por eso se intenta tener provisión de cerdos DPF.
El segundo adelanto, que leí en estos días, es que ya crean huesos y músculos con una impresora 3D.
Y decía: científicos de Estados Unidos, implantaron, con éxito tejidos vivos en animales, y pronto se hará con seres humanos…
La investigación, fue desarrollada en el Wake Forest Baptist Medical Center, en Carolina del Norte, con la posibilidad de implantar tejidos al ser humano, en un avance de lo que se denomina MEDICINA REGENERATIVA, un campo no pensado ni soñado, desde hace relativamente poco tiempo atrás.
Los investigadores, lograron imprimir estructuras cartilaginosas, óseas y musculares, “estables”, y las implantaron en roedores, en los que se desarrolló, posteriormente una correcta vascularización.
Los investigadores, contaron con financiación del Instituto de Medicina Regenerativa de las Fuerzas Armadas Estadounidenses, que desean utilizar esta nueva tecnología, en soldados heridos en combate.
Se desarrolló el ITOP, Sistema Integrado de Impresión de Tejido y Órgano, durante los últimos diez años.
Atala y su equipo logró fabricar una oreja de tamaño apto para bebés, de unos 38,1 milímetros, capaz de sobrevivir y vascularizarse, dos meses después del implante.
Con este sistema se podrían fabricar, tejidos u órganos a medida, para cada paciente, basándose en sus estudios de imágenes.
Creo que estos dos avances, donde se reúnen experiencias de diversos países, y el hombre y la ciencia avanza, nos permite adivinar, un futuro promisorio, en estos campos…