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viernes, 18 de marzo de 2016

ALTERNATIVAS A NUESTRO MODELO AGRARIO ACTUAL:

ALTERNATIVAS AL MODELO AGRARIO ACTUAL DE LA ARGENTINA:
En el Centro Cultural Fontanarrosa, desde hace 22 años, en la ciudad de Rosario, se dicta un ciclo de Ecología, y en el mes de Mayo del año 2015, se trató este tema de modelo alternativo a la agricultura del monocultivo de la soja en Argentina.
Es un ciclo que se alimenta de las ONG, quienes traen sus expositores que prestigian sus conferencias, tales como las Organizaciones ambientalistas de la ciudad, como Génesis y el Taller Ecologista, que ya cumplen tres décadas de existencia.
Y también algún día se lo ofrecen a los funcionarios, para que cuenten que hacen ellos.
Hoy se va a hablar de que hay otra cara, para tratar bien a la tierra y tratarla sin veneno.
Se puede hablar de que es una porquería el uso del monocultivo con el glifosato, pero, hay que traer lo alternativo, también, y ya hemos traído de Guadalupe Norte, de 200  hectáreas, al Norte de la Provincia de Santa Fe, en otra disertación, se nos pasó un video, un fantástico emprendimiento, también, que se lleva adelante, en forma limpia, sin agro-tóxicos, la granja Naturaleza Viva, un gran emprendimiento, que se ha comentado en el ciclo.
Hoy, lo que veremos, es un emprendimiento, mayor, de más de 2.800 hectáreas, y mostraremos el documental de hoy, y se cuenta con los Ingenieros Agrónomos Raúl Terrile, y Danilo Soti.
Se quiere mostrar las alternativas al modelo de veneno, que tenemos hoy, y que de alguna manera, la estamos sufriendo, y mostraremos un video corto, donde muestra un campo donde se puede hacer, otro tipo de agricultura, libre de agroquímicos, es de Tompkins, el filántropo norteamericano, (en este momento, aún no había fallecido en las aguas del sur), y el locutor aclara que tiene reservas con el norteamericano, no es santo de su devoción, expresó, pero lo que se quiere mostrar, es la forma que se puede producir, SIN AGROQUÍMICOS…
Por lo que conocemos, tiene fuertes dividendos económicos, este campo, que veremos en el video, si bien a Tompkins le interesa vender y comprar tierras, pero sí entender que se puede sembrar de otra manera.
Tomkpkins es uno, de los más de 1600  que existen en Argentina, con campos desde 200  hectáreas, o de las Dos Hermanas,de 4000  hectáreas, una Fundación Japonesa, que tiene 6000, en fin, y esto lo dice el locutor, porque ha escuchado que de manera orgánica, solo puede producirse una pequeña huertita, y esto no es así.
Habló Danilo, y dijo que un tema que lo marcó, fue la producción orgánica con compromiso, también, pues en un momento de su vida, decidió, no trabajar en producción convencional, pagó su precio, pero ahora no se arrepiente, y hoy les comentaremos nuestra experiencia, relacionadas con la producción agrícola extensiva orgánica, lo que se dice, que no se puede hacer.
Otro expositor aclaró que se va a exponer de lo que da resultado, que estuvo por 17 años, trabajando en esto, y que trabajó en el Programa de Agricultura Urbana de la Municipalidad de Rosario, y desde hace dos años, trabaja en el Periurbano, y están trabajando, probando, con huerteros, quinteros, de que esto sí es posible, llevando adelante un módulo, con productores hortícolas de Rosario, que se integran a otros que van apareciendo, en la zona, tratando de formar una red, y coordina el Programa Alimentario, en la Municipalidad, tratando de modificar la realidad, están en la producción, y lo viven a diario, recorriendo las quintas, donde el modelo convencional para la Argentina, de monocultivo sojero, es una bomba química, realmente.
Los productores, mal asesorados, asesorados, por los que les venden los productos, con el interés máximo de vender, preventivamente aplican un cóctel de insecticidas, funguicidas y demás, con buena intención, quizás, porque la culpa, no sea del productor, pues se necesitan políticas para orientar hacia otras maneras de producir.
Desde el Programa Pro-huerta, los acompaña cada vez más gente, la Facultad de Agronomía, hoy los está acompañando, pues antes era más difícil encontrar personas que se hicieran eco de estos temas, en nuestro país, y se están organizando charlas para la difusión de la agricultura orgánica, en Chabás y otras ciudades de la Provincia de Santa Fe.
Hoy por hoy, la demanda, supera la producción, las ventas en agricultura orgánica, superan lo que se produce, sí.
Y esto es realmente auspicioso, pues anima a los productores que están buscando y comienzan a tener conocimientos de esta técnica, pues no es mágico, necesita conocimientos, y hay que ponerse prácticos con ello.
La idea es ver el video, y luego responder a vuestras inquietudes (dirigiéndose al auditorio).
El emprendimiento del filántropo Tompkins, que tiene en Santa Elena, provincia de Entre Ríos, y que sirva como disparador, sin entrar a discutir si Tompkins es bueno o es malo, ya que esto no es tema de hoy.
Se relatará ahora el audio del video.
Empieza el video, hablando Tompkins de un proyecto, en Sudamérica, de un proyecto atrevido y desafiante, con gran inversión de tiempo, energía y dinero, para cambiar las cosas.
Esta estancia es un proyecto, que debe tener éxito, debe ser así, pues su fracaso, reforzaría, el insalubre modelo de agricultura, que recargados con agroquímicos, degradan los suelos, y se encuentran en el centro de la crisis de la biodiversidad, de la enorme crisis ambiental, que nos ha atrapado a todos.
Por el contrario, tener éxito, o lograrlo parcialmente, moverá a otros agricultores y a los responsables políticos, hacia una práctica de una agricultura integral, orgánica, y fortalecedora de los suelos.
Tal vez sea exagerado, imaginar, siquiera, un éxito total, la agricultura, como cualquier buen agricultor sabe, nunca es algo seguro, el clima, ahora, más caótico que nunca, las plagas, las malezas, las cambiantes políticas económicas y agrícolas, y una gran cantidad de limitaciones humanas, conspiran para confundir nuestros sueños y esperanzas.
Pero, a pesar de esos obstáculos, creo que todos estos dolores de cabeza, no habrán sido en vano, incluso si sólo, lográramos recorrer, la mitad del camino, hacia nuestra meta.
Pero permítanme contarles, la historia de lo que es, a mi entender, es una de las más bellas estancias del mundo, la Laguna Blanca.
Lo que se logra, si un campo es diseñado, para detener la erosión, puede ser sumamanete, atractivo, y las técnicas pueden agregar salud y belleza, a pesar de lo agrícola.
Y además pueden lograrse otros beneficios, que describiré más adelante.
Pero antes quiero mostrar lo que estuvimos haciendo, durante los primeros años.
Consideren el aspecto que tenía la Estancia Laguna Blanca, cuando la compramos en el año 2007.
Era una típica estancia industrial, ubicada en la provincia de Entre Ríos, a las orillas del gran río Paraná, en Argentina, un monocultivo, saturado de insumos químicos, similar a miles como ella.
La tierra, tenía excelentes suelos aluvionales, pero escasa materia orgánica, debido a los cultivos intensivos.
Apenas había sido despejada de bosques, unos años atrás, sin embargo, tenía gran potencial para ser revitalizada, y las características, físicas, que ofrecía el campo, indicaban que podría convertirse en un lugar de extraordinaria belleza.
No había mucha infraestructura, apenas, algunos cobertizos, en muy mal estado, que requerían ser reciclados o limpiados del mapa.
Había antiguos corrales, residuos de antiguas corporaciones ganaderas, y montones de los cubos plásticos de los agroquícos utilizados.
De modo que se comenzó con la tarea de limpieza, a fin de poner el lugar en forma.
La erosión, era nuestra peor pesadilla, y mi gran preocupación, de cada noche, cuando el pronóstico anunciaba grandes lluvias, el terreno, en pendiente y los suelos delgados, son muy propensos a la erosión, especialmente con las fuertes tormenta, típicas del lugar.
Y por cierto cuando compramos el campo, había sectores muy erosionados.
Antes de cualquier otra cosa, contratamos a un agrimensor de primera, a fin de prevenir la erosión.
Se intentó amenizar las cuestas con terrazas de contorno, con fajas de terreno, alternadas, y planeamos un sistema que redujo 10  veces, el escurrimiento de los campos, reduciendo así el volumen y la velocidad del agua.
En el primer año, sólo, para tener el suelo cubierto, impidiendo la erosión, rápidamente plantamos monocultivos, y terrazas que cubrían 1.200 hectáreas.
Paso a paso, sembramos una combinación de doce especies diferentes.
Pronto las terrazas, se cubrieron de hierbas y flores silvestres.
Y el banco de semillas de los suelos, comenzó a aparecer.
En el lapso de un año, completamos la red de terrazas, y la erosión, ya se había detenido, casi por completo.
Ahora bien, esas terrazas, no son un invento nuestro, pero relativamente, pocos agricultores en nuestra provincia, las están construyendo.
Creemos que la estrategia impecable en Laguna Blanca, para el control de la erosión, la revitalización del suelo, y diversos métodos de producción orgánica, son únicos en la región.
También comenzamos la restauración de los caminos del campo, rellenando las zanjas, algunas de ellas, de un metro y medio de profundidad.
En resumidas cuentas, si no se hace un esfuerzo, para instalar las terrazas, uno solo le queda ver como su campo se disuelve lentamente, y los fluidos recorren todo el campo, hacia los ríos.
Todos los buenos agricultores, deberían pensar en las criaturas silvestres, y el hábitat, que necesitan, y como alguien señaló, es injusto, sacar de su hogar a las criaturas salvajes, como es quitar de su hogar, a los seres humanos, de manera que para compartir con otras criaturas, al menos en Laguna Blanca, hemos puesto más de un 50% del campo, fuera de la producción, dejándola en estado silvestre.
Mirando en derredor, observaremos que los bosques nativos, se entrelazan con los campos y los huertos.
Los bosques y la sabana, rodean gran parte de Laguna Blanca, la estancia también ofrece propias playas, con arenas blancas, pero sin las multitudes, con abundancia de flores silvestres, que propician un hábitat propicio a los insectos benéficos, además de añadir belleza a los paisajes.
El pequeño arroyo, desmboca en el río Paraná, justo en nuestro extremo sur.
En cuanto a la vida silvestre, es abundante, a tal punto que tenemos problemas con cazadores furtivos.
Los loros merodean, buscando sus sustento, las corzuelas recorren el terreno, si uno es capaz de distiguirlas.
El gato montés, vive en el vecindario, y también algunos especiales, como el ciervo axis, que no pertenece a este ecosistema.
Los pájaros, son abundantes, he aquí una bandada de ibis, cazando insectos en superficie.
El martín pescador, pesca en lagos y ríos, los loros se detienen a conversar. Las rapaces disputan su territorio. Las garzas, están presentes, también. Las elegantes garzas de cuello blanco, centenares de loros pueden observarse, a final del verano, cuando vuelan hacia el norte.
Y un sabio búho, no nos pierde de vista.
Un ciervo guazucho, pasa ante nuestra ventana.
Y nos alegramos de ver a nuestros vecinos, silvestres, sanos y felices, al menos en Laguna Blanca.
Los árboles, como la vida silvestre, son nuestra medida de belleza, salud y exhuberancia natural.
Los algarrobos, los gomeros y los espinillos, son los más comunes, y por suerte, las personas que clarearon los bosques nativos en nuestros terrenos, dejaron los mejores ejemplares, que tenemos en nuestros campos de cereales.
Nos faltaba un toque, que añade gran belleza, a estos paisajes agrícolas, y es que los anteriores propietarios adoraban estos viejos y nobles árboles, y trataron de quebrar, por lo menos, como un gesto, el estéril modo industrial de líneas rectas, y rectángulos, y la así llamada, eficiencia.
Ahora bien , como en cualquier estancia de cualquier lugar, hace falta infraestructura, y para levantarla se requiere de diseñadores, arquitectos, constructores y paisajistas.
Como soy un diseñador de entrecasa, comenzamos con mis dibujos, un tanto infantiles, que los diseñadores auténticos, los colocaron en formato profesional.
Y nos pusimos a trabajar, con una espléndida empresa de construcción.
Adoptamos algo, que sin rigor, podría ser adoptado regionalmente, modelando como en la revolución británica, de la vía industrial y el mortero que se encuentra en nuestros pueblos cercanos de Santa Elena y La Paz.
Galpones, oficinas, talleres, todo empezó a tomar forma.
Dado que teníamos varios cultivos necesitábamos consejos periódicos de especialistas, continuamente.
Y es así que construimos nestro Motel, con cinco habitaciones para los expertos, además de los invitados personales.
Para el amoblamiento, llamamos a nuestra mueblería de confianza de Buenos Aires.
Se trató de reciclar muebles de los mercados de pulgas.
Se dio especial interés a los interiores, ya que esperábamos recibir clientes, y compradores, visitándonos, de tanto en tanto.
Siempre intentamos que la venida a Laguna Blanca, sea algo esperado, y no solo una noche más en cualquier viejo Motel.
A la creación de nuestra oficina, también se le dio atención especial, ya que funcionaría como nuestro salón de ventas.
Así fue que nos propusimos el diseño de algo especial.
Y además, porque nosotros trabajamos allí, bastante tiempo.
Finalmente, ¿qué estancia argentina estaría completa, sin el quincho para el asado?
Lo hicimos en un antiguo tanque de agua usado para las vacas, antiguamente, en la estancia que nos precedió.
Al fin, todo requirió un trabajo extra, y algunos costos adicionales, pero las construcciones durarán siglos, y nuestro equipo estará más feliz, y ser más productivo.
Todos muy buenos agricultores, especialmente los orgánicos, que conocen las necesidades.
Nuestros suelos requieren nutrientes, igual que los seres humanos, como los animales, también, de manera, que nutrientes quiere decir comida, y pensamos, noche y día en la nutrición, de nuestros suelos, utilizando compost y el estiércol de los animales, cultivando biomasa para el compostaje, y usando abono verde, que cortamos, amontonamos, e integramos a los suelos.
También recurrimos al cultivo con lombrices, que ayuda mucho.
Tenemos camas con control de sol y lluvia, para mantener a nuestras confiables lombrices de tierra, bajo un techo de pasto, que se reciclan, automáticatamente, cuando se termina su ciclo de vida.
Laguna Blanca es la antítesis, del monocultivo del campo agrícola convencional. Ya somos un campo agrícola orgánico certificado, y la alta diversidad agrícola, es el nombre del pueblo.
Estamos cultivando entre 6  y 9  granos finos, durante el invierno, colza, múltiples variedades de trigo, avena, cebada, y lino, durante el verano, soja, porotos, sorgo, quinoa, girasol, mijo, maíz, chía, y trigo sarraceno.
Y además garbanzos, guisantes, arvejas, lupines y rábanos, y otros verdes, para la cobertura de los cultivos.
Algunos cultivos, como el lino, surgen maravillosos, con sus elegantes flores azules.
Y el colorido trazado de los variados cultivos de las diferentes especies, con la suave pendiente de los campos armoniza muy bien.
Ahora, con nuestros suelos recargados, y con su fertilidad de 6  a 7% de materia orgánica, hemos tenido rendimientos muy buenos, como los de los recargados campos vecinos, y sin querosén.
Estamos yendo a la siembra directa, encima de nuestros rastrojos, abonos verdes, y por supuesto, sin herbicidas.
La diversidad, es el principio organizativo central, comenzamos estudiando que variedades podrían proliferar en el clima y en el suelo de Entre Ríos, y empezamos a plantar en el año 2008, utilizando el mismo controno de terrazas, para controlar el drenaje del agua de lluvia, y detener así, la erosión.
Las terrazas, son un límite ideal, para cada uno de los cultivos.
Por el momento, hemos sembrado 220  hectáreas, con nueces, castaños, almendras, avellanas, nueces pecanas, con aceitunas, higos, ciruelas, granadas, damascos, duraznos, frambuesas y caqui.
Nos permiten producir frutos secos inmensos, bajo nuestra marca, y todo de la misma tierra.
Hemos trazados los huertos, siguiendo las bandas y los contornos, usando las áreas más desgarbadas y pequeñas del campo, al sureste de la propiedad, que, primordialmente apoya la vida silvestre, y donde los bosques, de las sabanas, actúan muy bien.
Cada bloque del huerto no es mayor de dos o tres o cuatro hectáreas, y otros bloques de las mismas especies, aparecen en zonas predeterminadas, a través de todo el campo.
Este esquema de siembra, hace de barrera, para las plagas.
El siguiente paso, será agregar aún más diversidad, en los contornos, de plantas aromáticas, arándanos, alcachofas, y en algunas àreas, cortinas, están siendo consideradas.
La ganadería, es una mezcla escencial, para el balance de los nutrientes, hemos elegido a las ovejas que tienen tolerancia al color, y son excelentes para convertir su forraje en carne.
Anticipamos, que una vez que nuestro ganado alcance su capacidad máxima, por medio de 3.500  animales, disfrutarán del sol y de las pasturas de Laguna Blanca, con aves de corral y ovejas, para el mejor manejo del pasto.
Durante los primeros años hemos estado produciendo forraje, para la gente, en forma de rollos, y a medida que consolidemos nuestro rebaño de ovejas, iremos reduciendo hasta casi 0, el volumen de fardos, a fin de no exportar desde la estancia, más biomasa, que la necesaria.
Hemos efectuado una especie de acuerdo, con una granja lechera local, vendiéndoles forraje, y recibiendo su estiércol, para uso en nuestra planta de compostaje.
Usamos una rica mezcla de pastos diversos, y rotamos los campos, con granos, cada cuatro años.
Se dice, que si la tierra perdiera sus polinizadores, la civilización, duraría, apenas, unos pocos años, si esto es una exageración o no, es discutible, pero no es discutible el hecho de que los polinizadores son esenciales, para que funcionen los sitemas naturales.
Y a veces se necesitan polinizadores, todos los días, y aún entierras bajas propensas a inundarse, pues aún las plantas acuáticas están cargadas de sabrosas proteínas y néctares.
Además de los servicios polinizadores, que prestan las abejas a nuestro cultivo, y la miel y polen que nos brindan, también ayuda a que funcione el ecosistema.
El arte, tiene que ir de la mano con la capacidad técnica, cuando está bien hecho todo, y precisamente todo gran pintor sabe como dibujar, y así hemos aplicado, a los conductores de tractores, que pueden ser capaces de ser verdaderos Picassos en el terreno de cultivo, pero para expresar el verdadero arte, es preciso poseer una buena técnica.
Esto significa que uno debe mantener su tractor, bajo una rienda muy rigurosa, a fin de mantener las líneas rectas, las curvas precisas, y la siembra consistente.
Pues si uno no lo hace, se verá después en las fotos aéreas, que su mente, ha estado vagando, ha perdido atención, y ha puesto en riesgo "su pintura".
También tenemos empleados que permanecen muchos años, y generan su experiencia, aquí mismo.
Además, es más entretenido, estar pintando los paisajes, en lugar de bambolearse, en un tractor ruidoso, en los campos de las granjas industriales.
Aquí se convierten en artistas, y nos sacamos el sombrero, ante nuestro artistas del suelo, que sean todos ellos un Picasso o un Monet...
Esto les da una idea de lo que hemos estado haciendo en los primeros años en Laguna Blanca, desarrollando el arte, la ciencia, la disciplina, y trabajando duramente, para demostrarles a nuestros vecinos, en nuestra provincia, a la nación y al mundo entero, que las buenas prácticas agro-ecológicas, dan resultados muchos mejores que la agricultura química convencional, y el mono-cultivo que hoy predomina.
Y que está destruyendo preciosos suelos, contaminando el agua, alterando los ecosistemas, extienguiendo especies, asfixiando los emprendimientos familiares, y produciendo otros muchos males.
Tenemos que ser más inteligentes, y aprender, que es la técnica, y no la tecnología, la que nos permitirá salir de esta crisis, que nos tiene, en sus garras.
Puede que aún, tengamos un largo camino, por recorrer, pero al menos estamos, rumbo a un futuro más promisorio. Laguna Blanca es nuestro faro de esperanza, y hasta aquí, al menos, ha sido un maravilloso viaje.
Veo a nuestos esfuerzos como un paso necesario, útil y prometedor.
Dejando de lado los moncultivos animales y yendo a los policultivos peremnes, el futuro ideal, por mi mentor y maestro West Jakson, y sus colegas en el Instituto de la Tierra, de Kansas, se esfuerzan por crear, y ojalá que Laguna Blanca sea un buen punto de partida, hacia esa meta.
Las buenas estancias son como una buena empresa, un equipo deportivo, o una orquesta y requiere un buen liderazgo, y un buen equipo, que trabaje, con compromiso, logrando así un trabajo significativo.
Laguna Blanca se planteó como objetivo ser una revolución agro-ecológica, será preciso un movimiento de agricultores conservacionistas como éste.
Damos las gracias a todo nuestro equipo, como a todos los que están trabajando hacia una agricultura sostenible y escencialmente biológica.
Culminó el video con un emotivo aplauso de la concurrencia.
En las fotografías aéreas de su campo, se vislumbra lo relatado, en ese entonces, por Tompkins, de lo artístico del terreno, y no parece un campo común, como los nuestros, los campos comunes argentinos, sino una verdadera obra de arte de un genio pictórico, realmente....
Después se inició un diálogo y exposición de los panelistas, y siguió así:
El coordinador les solicitó, sus experiencias como Ingenieros Agrónomos, y todo lo que han podido ver.
Siempre cuando uno ve este video de Tompkins, es todo hermoso, fantástico, pero él lo hace, pues es multimillonario, y tiene recursos para hacer y lograr esto.
Siempre hay que pensar que el que tiene la plata, tiene una visión, muy ajustada, pues si tuviese esa visión, no tendría esa plata.
Y entonces, si él decide hacer algo así, alguna cosa de negocios él vio, que probablemente otros no vieron.
Y segundo, esto que se ve acá, en gran escala, a varios miles de hectáreas, en realidad es perfectamente posible de desarrollar, en el periurbano, en grupos de comunidades, obviamente con salvedades, pero uno lo puede pensar, en pequeños productores, unidos, con apoyo importante del estado, o de organizaciones, y en definitiva no es un sueño utópico de uno sólo, sino, que puede estar más cerca de lo que en realidad parecería.
Como dice Danilo, con recursos siempre es más factible, pero salvando las distancias, por ejemplo, en las huertas urbanas de la ciudad de Rosario, con los mismos principios, y esto es lo importante de la agro-ecología, fundamentalmente, lo importante es rescatar los principios, para hacer todo esto, el tema de la bio-diversidad, el tema de darle de comer al suelo, el suelo es lo que le da vida a la producción que está arriba, y a las personas.
Y el otro pilar, además de la bio-diversidad, y el suelo, lo constituye un buen diseño, de una pequeña huerta agro-ecológica urbana, periurbana, o aún de un productor cerealero grande.
Por ejemplo yo trabajé en la experiencia agro-ecológica en el Departamento de General Obligado, y Remo lo podía hacer, pues él tiene dinero, pero él lo hacía, con una generosidad, que podía equivocarse, y era el "loco", que hacía ecología, cuando todos hacían lo convencional, y a pesar de esos errores, esto permitió, que otros aprendieran de sus errores, y buscaran nuevas soluciones, a la cuestión de la técnica.
Nosotros, lo que hemos trabajado desde Agricultura Urbana, y de otros países de Latinoamérica, esto es del paisaje comestible, y abrir la cabeza, que un parque, no sólo puede ser de plantas ornamentales, sino incorporar plantas aromáticas, hortalizas, y demás, y precisamente, las hortalizas tienen una variedad de colores, que pueden buscarse como el tema de lo artístico, sí.
Entonces, se puede hacer en una estancia de 2.000  hectáreas, o también en una pequeña granja.
Técnicamente hace 17  años, que estoy en esto, y antes colegas pensaban que producir sin agro-químicos, era algo imposible, pero ya la discusión está tecnicamente saldada, y también es necesario, que el Estado, con políticas, acompañe, porque los pequeños productores necesitan equipamiento, necesitan los recursos, para incluso, descontaminar, años de degradación.
Y no con grandes sumas, ni con grandes subsidios, pero sí, con créditos blandos, que le posibiliten que productor se pueda rearmar.
Un colega me decía hoy, que no podríamos dar de comer al mundo sin químicos, como siempre fue el caballito de batalla, que nosotros le damos de comer al mundo, y hasta donde yo sé, solamente le damos de comer al que nos compra, pero, sí, el hecho, es que técnicamente se puede, el asunto es cómo hacerlo, porque, es cierto, hay una curva de aprendizaje, y hay un proceso de transición, al principio, tengo problemas de insectos, pero cuando la producción se estabiliza, los problemas de insectos, están en el último lugar, pero mientras tanto, sí.
Hoy en día, una soja orgánica, puede llegar a venderse, a la exportación, al doble, de precio.
Otros cultivos tienen otros sobre-precios.
Pero, bueno, hay que pasar, una transición, eso es cierto, pero cómo hacerlo, con qué recursos, hay negociaciones, tal vez alguno no le guste, pero, el productor puede avanzar en este tipo de agricultura orgánica, más en el periurbano, que es la que más nos preocupa a nosotros en la ciudad, y se puede extender en unos pocos años.
Requiere unirse, no con muchos recursos, una experiencia es nuestro trabajo por ejemplo en Funes, ciudad pegada a Rosario, que necesitamos un rolo, para poder rolar los cultivos de cobertura, que es una técnica, convencional, muy utilizada.
Y hablamos, con uno, con otro y con otro, y lo conseguimos, la Municipalidad lo alquiló, y ya está el rolo, y no fue nada demasiado terrible.
Con trabajo, buena voluntad, las cosas se pueden ir haciendo, sí, y con planificación se pueden conseguir excelentes logros.
La base de todo esto es el conocimiento, y también las decisiones políticas, y parece que habría un subsidio provincial, para los que produzcan en el periurbano, que se está tratando, actualmente, por el tema de la fumigación en los pueblos.
Esto que se vio del campo de Entre Ríos, se puede hacer, perfectamente, incluso la estancia Las Dos Hermanas tiene 4.000  hectáreas, y funciona perfectamente bien, y es de una Fundación Inglesa, y todo lo producido, ¿adivinen a donde va?, y adivinen que valor agregado, tiene, y lo fundamental de todo esto, es mostrar, que se puede trabajar en las alternativas, y que se debe trabajar en las alternativas, porque, caso contrario, nos estamos envenenando todos, y va a quedar poca gente, si seguimos así, je, je, je.
La propuesta es que como antes, había, que se reinstalen los cinturones o anillos verdes que puedan alimentar a los pueblos.
En el 2008 había 53  productores de la ciudad de Rosario, y hoy queda la mitad.
Quedan 25, solamente.
Unos que se pasaron a la soja, otros se fueron, y así.
Pero lo importante es preservar esto, y como productores de alimentos, y si no hay decisión política que proteja a estos productores, y Rosario se alimenta de lo que viene de Mendoza, de Corrientes, de Salta, hoy, y en invierno puede bajar el precio del tomate, por la llegada de un camión con tomate de Salta, y así.
Si bien hay globalidad, pero esto también tiene un costo, con el cambio climático, el costo energético es muy importante, y lo más sostenible, es producir lo más cerca, producir localmente y tratar de producir lo que la población demanda, acortando los circuitos de producción-consumo.
Hay intermediarios necesarios, y otros muy innecesarios, y tratar de acortar, la relación productor-consumidor.
Las prácticas agrícolas están bien, pero como un escalón más, sumarle lo agro-ecológico, con la idea de consumir lo más sano posible.
 



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